El taller donde las Meninas gigantes cobran vida antes de salir a las calles de Madrid

Tras una puerta de metal, entre botes de pintura y barnices se esconden centenares de Meninas que pronto tomarán las calles de la capital. El icónico cuadro de Diego Velázquez guarda una infinidad de misterios que hicieron que Antonio Azzato fijara su atención en las Meninas y creara su obra. Un proyecto que se podrá ver en las calles de la capital por quinto año consecutivo del 1 de noviembre al 12 de diciembre.

Antonio Azzato sintió una especial atracción por el cuadro desde niño. Un día mientras visitaba el Museo del Prado y contemplaba la obra de Velázquez una persona que estaba a su lado comenzó a llorar. Sorprendido por la emoción y la intriga que causó al visitante la pintura decidió profundizar en ella. Una de las obras más reinterpretadas en la historia del arte, conocida por su técnica, simbología, misterios ocultos y por sobrevivir al devastador incendio del Alcázar Real de Madrid que destruyó cientos de cuadros.

En uno de los salones principales del Alcázar estaba colgado el cuadro de Las meninas acompañado de otras obras maestras de Tiziano, Rubens, Caravaggio o Tintoretto. Un grupo de personas se jugaron la vida para salvar el mayor número de lienzos posibles; cortaron las obras de sus marcos y bastidores y las arrojaron por las ventanas. Las Meninas volaron por las ventanas de palacio y a causa de este acontecimiento la obra tuvo que reconstruirse y está ligeramente acortada, siendo más estrecha a ambos lados.

José González

Estas curiosidades y enigmas de la obra llevaron al artista a investigarla en profundidad. Tras años estudiando el lienzo, Antonio llegó a la conclusión de que Velázquez había dejado una incógnita más por descifrar: ¿Qué pintaba detrás de su lienzo? Por ello, diseñó una Menina como lienzo en blanco donde se pudieran crear nuevas obras. “En la primera edición les hice una pregunta, ¿Qué es Madrid para ti? Y quise plasmarlo sobre las Meninas. A partir de entonces más de 250 Meninas con mensajes diferentes han salido a las calles”, relata Azzato.

Una ventana abierta para todo aquel que quiera transmitir un mensaje al mundo a través de las Meninas. “Para mí es un orgullo muy grande. No solo han participado artistas en este proyecto, también lo han hecho niños, personas con discapacidad, enfermos terminales, ancianos, celebridades, deportistas...”, comenta el artista. Estas esculturas no solo hacen un aporte cultural a la ciudad de Madrid, también tienen un fin solidario. La mayoría de las piezas son subastadas con fines benéficos y ya se han recaudado más de 550.000 euros que han ido a diferentes fundaciones.

¿Cómo se crea una Menina?

Cada primavera Antonio Azzato y su equipo comienzan a diseñar las futuras Meninas en su taller. Unas esculturas hechas de fibra de vidrio y de metro ochenta de altura. “Están hechas a escala para que la gente pueda experimentar a través de los sentidos lo que es tener una Menina cerca. Cuando vamos a museos lo más común es que no se pueda tocar, hacer fotos o hablar alto, pero al llevar la escultura a las calles la gente puede tocarla y experimentar lo que es tenerlo cerca”, relata Azzato.

José González

Una vez está preparada la Menina como lienzo en blanco se lanzan varias convocatorias abiertas para cada edición. Las marcas que patrocinan el evento también lanzan su propia convocatoria. Una vez reciben los diseños se abre un periodo de selección donde eligen los más representativos para esa coyuntura e invitan a celebridades para que también puedan participar en el evento. Este año entre esas personalidades se encuentra el medallista olímpico Saúl Caviotto, Carmen Lomana, el presentador Pablo Motos, Los Morancos o la influencer Chiqui Delgado.

Una de las más especiales para el artista esta edición es la del escritor Paulo Coelho ya que uno de los primeros libros que leyó por iniciativa propia era El Alquimista. Un mensaje que llegó al artista profundamente y que 22 años después forma parte de su proyecto. “Nunca que imaginé que años más tarde le iba a escribir un correo a Paulo Coelho para invitarle a participar. Este año también hay otras dos obras muy especiales que representan a mis padres, una Menina italiana (por su padre) y una Menina asturiana vestida de Llanisca (por su madre)”, relata.

José González

Las Meninas son pintadas mano a mano minuciosamente, una vez terminan el diseño se barnizan y están listas para tomar las calles de la capital. Esta edición se podrán encontrar curiosos diseños de Lego, Gamers, El Rey León o una de Renfe que recorrerá el país en uno de sus trenes. Un aporte a la cultura que pretende llegar a todas las generaciones. “Muchos niños por las calles preguntan a sus padres ¿Qué son esas muñecas? Les explican que no son muñecas, son Meninas y les enseñan donde pueden ver el cuadro. Estamos ante una era tecnológica y el arte no se puede quedar rezagado”, comenta Azzato.

Por ello han creado el Museo Velázquez Tech una experiencia inmersiva e interactivo para acercar el arte a los más pequeños y a los jóvenes de una forma diferente. El recorrido se compone de 8 salas equipadas con la más alta tecnología y proyectores, haciendo un recorrido por las distintas reinterpretaciones de la obra maestra de Velázquez. Para el artista es “el museo del futuro o el futuro del museo”.