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Los protagonistas, acusados y condenados del Prestige: las caras de una catástrofe por la que España aún reclama 1.000 millones de euros

Apostolos Mangouras (izquierda), el jefe de máquinas, Nikolaos Argiropoulos (centro) y José Luis López Sors, director general de la Marina Mercante en aquella época, 
Cabalar / EFE

Fue hace 20 años. El Prestige vertió al mar más de 67.000 toneladas de fuel generando una marea negra que afectó a la costa gallega, asturiana y cántabra. Tanto crudo fue que llegó a las costas de Portugal e incluso a las Landas de Francia. En su momento, la catástrofe fue considerada el tercer accidente más costoso de la historia.

El buque había salido de San Petersburgo y tras pasar por Letonia se dirigía a Gibraltar. La tripulación estaba formada por 27 personas, 7 oficiales y 20 tripulantes. El 13 de noviembre de 2002, el Prestige sufrió un accidente a 61 kilómetros del cabo de Finisterre. Seis días después, el barco se partió en dos. Ahí se inició el vertido y la tragedia medioambiental. 

¿Quiénes fueron acusados?

Hubo cuatro personas imputadas, para las que se pidieron penas de entre 4 y 12 años de prisión. Fueron Apostolos Manguras, capitán del barco; Ireneo Maloto, primer oficial; y Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas. Se les acusó por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, daños y desobediencia. También fue acusado el entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors González, por delitos contra el medio ambiente y daños. Fue el único alto cargo imputado.

Como responsables civiles directos, figuraron la aseguradora The London P&I Club -que tenía una póliza de cobertura de mil millones de euros- y el Fondo Internacional de Indemnización de daños por la contaminación de hidrocarburos y como subsidiarios, las navieras Mare Shipping Inc y Universe Maritime Ltd, que figuraban como propietarias del barco, y el Estado español.

El exdirector de la Marina Mercante, José Luis López Sors (en primer plano), junto al jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el capitán, Apostolos Mangouras (al fondo).
Cabalar / EFE

Un informe pericial de la Fiscalía previo al inicio del juicio en octubre de 2012 cuantificó en 3.862,42 millones el impacto ambiental y económico de la catástrofe solo en el caso del Estado español. La Fiscalía cuantificó la catástrofe causada por el vertido en 4.121,64 millones. La reclamación total por daños y perjuicios en materia de responsabilidad civil superó los 2.200 millones. Además, la limpieza del vertido y el sellado del buque costaron unos 12.000 millones de euros.

¿Quiénes fueron condenados?

En noviembre de 2013, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia condenó a Apostolos Mangouras, capitán del 'Prestige', a nueve meses de prisión y al pago de la tercera parte de las costas del proceso por ser "criminalmente responsable" de un delito de "desobediencia grave". En 2016, el Tribunal Supremo amplió la condena de Mangouras a dos años de prisión por delito medioambiental.

El jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el exdirector general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, fueron absueltos del delito contra el medio ambiente. 

El fallo final (el del Supremo) proclamó la "responsabilidad civil directa" de Mangouras, de la aseguradora londinense del Prestige y la responsabilidad subsidiaria de Mare Shipping. Sobre la responsabilidad de estas empresas, el Estado español reclama unos mil millones de euros, reclamación que está pendiente de un juicio en Londres.

Quién fue quién en el desastre del 'Prestige'

Apostolos Mangouras

El capitán del 'Prestige', Apostolos Mangouras, durante el juicio.
Cabalar / EFE

Era el capitán del barco. Griego de 67 años en el momento del desastre, tenía una enorme experiencia navegando: 44 años y 30 de ellos como capitán. Permaneció en el petrolero hasta que fue evacuado, dos días después de que emitiera el SOS.

Fue detenido por la Guardia Civil, acusado de dificultar las labores de rescate y de haber provocado un desastre ecológico. Tuvo que pagar una fianza de tres millones de euros. Se le consideró responsable de la tardanza en aceptar el remolque y de desobedecer las órdenes de las autoridades españolas.

En el juicio de 2013 fue absuelto de los principales delitos y sólo se le condenó a nueve meses de prisión por desobediencia, pero en 2016 la Sala de lo Penal del Supremo amplió la condena a dos años de prisión por delito medioambiental.

Tres meses después de la sentencia condenatoria, la Justicia decretó la suspensión de la pena por un plazo de tres años, con la condición de que el capitán no volviera a delinquir. Así ocurrió. Luego, en 2019, la Audiencia Provincial de A Coruña declaró la remisión definitiva de la pena. 

En 2002, pocas semanas después de la catástrofe, mandó una carta a la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte: "Mi nombre es Apostolos Mangouras... soy el último capitán del 'Prestige', barco que desgraciadamente yace en el fondo del océano...". En la misiva pedía disculpas por el daño causado y proclamaba su "amor"por el mar. Hoy, a sus 87 años, Mangouras vive en Grecia, en su Icaria natal.

El petrolero Prestige, escorado, frente a la costa gallega.
EFE

Ireneo Maloto

De nacionalidad filipina, era el primer oficial del petrolero. Maloto fue acusado por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, daños y desobediencia. Tenía 38 años cuando el desastre. Como segundo de a bordo aparecía como responsable de lo ocurrido. 

Pese a que en 2012 hubo una orden de búsqueda y captura internacional, al final no fue juzgado. El mismo año en que la Interpol cursaba esa orden, Ireneo Maloto se casó en Filipinas. Pasó a trabajar en Interorient Maritime, una empresa dedicada a la selección de tripulantes para armadores de todo el mundo.

Nikolaos Argyropoulos

Mano derecha del capitán Mangouras, el jefe de máquinas del Prestige también fue acusado de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, además de daños y desobediencia. 

Siempre estuvo convencido de que tanto él como su capitán actuaron adecuadamente, porque -dijo en el juicio- "todo estaba en orden" y se hizo "de todo" para tratar de poner el buque a salvo. Resultó absuelto.

José Luis López Sors

José Luis López Sors.
EFE

Era el director general de la Marina Mercante. Durante el desastre fue el enlace entre el Ministerio de Fomento y los comandantes marítimos de Galicia. Fue el único alto cargo imputado en el juicio.

Admitió ante el tribunal que fue él quien ordenó alejar el barco "a 30 millas de la costa" sin haber consultado con técnicos para que no se hundiera. De ese modo exoneró al ministro Álvarez Cascos, que le había puesto en el cargo y de quien dependía. Fue absuelto por el tribunal -y después también por el Supremo- como responsable de un delito contra el medio ambiente.

A partir de ese momento desapareció de la vida pública y en 2012 se jubiló. Desde febrero de 2017 es miembro de la Real Academia del Mar.

Mariano Rajoy

Rajoy, en 2003, en la playa de Caión (A Coruña), una de las inundadas por el fuel del 'Prestige'.
EFE

Era vicepresidente primero del Gobierno. Suya es aquella ya famosa frase: "Salen unos pequeños hilitos, hay cuatro en concreto, los que se han visto, cuatro regueros, me dicen, regueros solidificados con aspecto de plastilina en estiramiento vertical". 

Rajoy era el "coordinador de todos los esfuerzos del Gobierno", en palabras del propio presidente Aznar, e informaba en nombre del Ejecutivo sobre lo sucedido. Su falta de cálculo le llevó a decir: "La marea (negra) no va a llegar a las Rías Bajas".

Francisco Álvarez Cascos

Alvarez Cascos en el juicio del Prestige
EUROPA PRESS

Era Ministro de Fomento. Se le considera el responsable de la salida del Prestige hacia mar abierto, aunque resultó exonerado de toda culpa una vez que López-Sors, director general de la Marina Mercante al que él había nombrado, dijera que fue él quien ordenó alejar el barco.

En el juicio, Álvarez Cascos negó haber pronunciado la frase: "Que lleven el Prestige al quinto pino" y haber tomado la decisión de alejar el petrolero, aunque la defendió. Durante la crisis, se fue unos días a cazar, algo que fue muy criticado. "Si hubiera sido útil, hubiera estado aquí", dijo en el juicio.

Jaume Matas

Jaume Matas.
EFE

Era el Ministro de Medio Ambiente. El mismo fin de semana de la catástrofe, Matas visitó el parque nacional de Doñana junto al ministro del Interior, Ángel Acebes, y la ministra de Sanidad, Ana Pastor. Volvió luego a ser presidente de Baleares, pero tuvo que dejar la política por casos de corrupción que le llevaron a la cárcel.

Manuel Fraga

Manuel Fraga.
Gustavo Cuevas / EFE

Era el presidente de la Xunta de Galicia. "Si hace falta, me vuelvo a bañar como en Palomares", aseguró. Acabó por reconocer que la decisión de alejar el barco de la costa "fue más mala de lo previsto", pero culpó al capitán. Fraga falleció en 2012.

Arsenio Fernández de Mesa

Arsenio Fernández de Mesa.
EUROPA PRESS/REMITIDO

Era el delegado del Gobierno en Galicia. Fue el portavoz durante los primeros días de la crisis, hasta que fue sustituido por Rajoy al ser designado éste como coordinador. En 2003 fue destituido. Por el desastre del petrolero estuvo imputado inicialmente pero al final se retiraron los cargos. En diciembre de 2011, cuando Rajoy accedió a la presidencia del Ejecutivo, le nombró director general de la Guardia Civil.

Xosé Cuiña

Cuando el 'Prestige' se parte en dos, Cuiña era conselleiro de Política Territorial y mano derecha de Fraga. De hecho, se perfilaba como su sucesor. En 2003 dejó su cargo tras confirmarse que empresas de su familia vendieron material para limpiar las costas afectadas por la marea negra. Falleció en 2007.

Voluntarios recogen las 'galletas' de chapapote de una playa gallega.
Jorge París

La movilización de Galicia y de los voluntarios

Frente a la descoordinación política del Gobierno central y la Xunta de Galicia, ambos en ese momento del PP, el contrapunto lo dio la solidaridad de los 300.000 voluntarios que llegaron a Galicia de todos los rincones del país para limpiar las costas de chapapote. En Muxía, en pleno centro de la catástrofe, se calcula que más de 120.000 personas colaboraron en aquellas tareas de limpieza.

Como reacción popular al accidente y a la desastrosa gestión del mismo, en Galicia nació la plataforma ciudadana Nunca Máis. Con ese nombre, el colectivo recuperó el lema que ya se había utilizado durante la catástrofe del buque Mar Egeo en 1992.

Manifestación de la plataforma 'Nunca Máis'.
EFE
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