Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La sorpresa de Mariló Montero y Risto Mejide que nadie vio venir

La virtud de que la irritación no irrite.
Risto Mejide y Mariló Montero, en 'Todo es mentira'.
Risto Mejide y Mariló Montero, en 'Todo es mentira'.
MEDIASET
Risto Mejide y Mariló Montero, en 'Todo es mentira'.

En la antesala de Halloween, Mediaset ha anunciado por sorpresa que Mariló Montero y Risto Mejide serán los encargados de presentar las campanadas de Nochevieja. Aún nadie se estaba preguntando tal cosa, pero la noticia se ha dado con cierta pompa en 'Todo es mentira'. Y ha creado expectación, pero por la incomprensión. Primero porque Mariló Montero no es un rostro que se asocie (todavía) al grupo de comunicación, segundo porque no asoma una premisa creativa detrás de tal decisión. Es como si Mediaset tirara la toalla. Si no vas a liderar, para qué gastar más dinero de la cuenta.

Pero, en realidad, la precipitación innecesaria de la elección de los presentadores del cambio de año define bien el momento televisivo de Mediaset. El apresuramiento puede frenar la creatividad, que es el motor de la televisión como única forma de distinguirse del resto y crea comunidad fiel de públicos.

En un 2022 que TVE está muy diluida (sin ninguna cara fuerte que se asocie a su marca más allá del BenidormFest) y que la cita con el vestido de Cristina Pedroche (otra vez) ya se ha convertido en una rutina de la que vamos a empezar a estar inmunes en nada, Telecinco podría jugar sus cartas para diferenciarse de los demás. Igualmente no iba a liderar, pero es una oportunidad para remover a los competidores y demostrar que sigues vivo.

Mariló y Risto son dos veteranas caras de la televisión. Los dos tienen la fuerza mediática de hablar meridianamente claro, sin demasiados filtros. No dejan indiferente a nadie. Aunque su cualidad final está más bien en que no son nada resentidos con el qué dirán. Tienen la virtud de que la irritación no parece que les irrite. Lo que les permite no coartarse y seguir jugando en directo con su forma de entender la televisión e incluso la vida. Ahora, ante los incrédulos, deberán intentar demostrar que han merecido presentar las campanadas.

Las mejores emisiones históricas de las doce uvas han sido aquellas que no se quedaban en la superficialidad de los vestidos femeninos y optaban por la televisión pura: la fantasía del entretenimiento. Así Martes y 13 dieron la vuelta a los protocolos y frases hechas de la Nochevieja con una traviesa corrosión que estaba por encima de oficialismos. Hasta riéndose de los cuartos. "Cuándo empiezan las uvas", dijo Millán Salcedo cuando ya había acabado la retransmisión. Quitar trascedencia, no caer en el tópico. Tan importante y cada vez más complicado, da la sensación.

La emisión de las campanadas, como la propia tele, lleva años anquilosada. Es la hora de dar un salto más allá en la retransmisión. Resetearla, reactualizar y relajarla. Telecinco en su momento actual podría hacerlo. No tiene nada que perder. En tiempos de televisión en multiconexión, alguien tendrá que percatarse que la tele actual no necesita seguir anclada a un balcón. Al igual que hace décadas el fin de año dejó de estar atado a sólo una voz en off, cuando no había ni presentadores en pantalla. Hoy la retransmisión de fin de año podría bajar hasta a la plaza, estar con la gente, y superar los disfraces de 'Noche de Fiesta'.

En este 2022, el golpe de efecto más obvio de las campanadas de Telecinco hubiera sido juntar a Ana Rosa Quintana y Jorge Javier Vázquez en Sol. Porque el mejor espectáculo es el que tiene detrás discurso. Con todas las metáforas de lo que es la sociedad, unidos desde la diferencia que es parte esencial de la vida. Lo que hubiera provocado un repunte de interés, como pasó hace dos años con la reaparición de Ana Obregón en el fin de año de hace dos años en TVE. Obregón representaba ese abrumador 2020 de sufrimiento, de pérdida, de cambio, de necesitar abrazar esperanza y sentir que no estás solo. Telecinco, ahora, necesita un poco eso, a su manera. Su salida está en arriesgar, pero quizá ya no saben porque la tele de despertar polémica va dejándose atrás para regresar a la tele de la elaboración. Mejor optar por un perfil bajo en el fin de año. Es más, mucho mejor optar por un perfil bajo que no se siente perfil bajo.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento