Lula, tras ganar las elecciones en Brasil: "Casi fui enterrado vivo, esto es una resurrección"

Luiz Inácio Lula da Silva saluda a sus simpatizantes tras su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, en la Avenida Paulista de Sao Paulo.
Luiz Inácio Lula da Silva saluda a sus simpatizantes tras su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, en la Avenida Paulista de Sao Paulo.
FERNANDO BIZERRA / EFE
Luiz Inácio Lula da Silva saluda a sus simpatizantes tras su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, en la Avenida Paulista de Sao Paulo.
Lula da Silva celebra la victoria con sus seguidores.
EUROPA PRESS

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este domingo por la noche ante la multitud que se congregó en Sao Paulo para celebrar su victoria en las elecciones, que su triunfo ante el actual mandatario, Jair Bolsonaro, es "de todas las mujeres y los hombres que aman la democracia y quieren libertad". 

"Casi fui enterrado vivo en este país, este momento casi como una resurrección", declaró, en alusión a las acusaciones de corrupción que le llevaron a pasar 580 días en la cárcel, tras unos juicios luego anulados por la Corte Suprema.

Antes, en su primer discurso tras conocer su victoria por la mínima, Lula se comprometió a "restablecer la paz" y "gobernar para todos" en un Brasil dividido. "Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida", dijo el líder del Partido de los Trabajadores. "No existen dos Brasiles, somos un único país, un único pueblo, una gran nación", añadió.

Tras ser proclamado presidente electo por el Tribunal Superior Electoral, con menos de dos puntos porcentuales sobre el presidente Jair Bolsonaro, Lula se dio un baño de masas en la avenida Paulista, la principal vía de Sao Paulo, donde le esperaban miles de personas.

Miles de personas celebran en Sao Paulo la victoria de Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil.
Miles de personas celebran en Sao Paulo la victoria de Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil.
FERNANDO BIZERRA / EFE

"No es una victoria mía o del PT [Partido de los Trabajadores]. Es una victoria de todas las mujeres y los hombres que aman la democracia, que quieren libertad, que quieren cultura, educación, fraternidad e igualdad", declaró Lula, quien subrayó que Brasil ha derrotado en las urnas "al fascismo y al autoritarismo".

También dijo que está "preocupado", porque "a partir de mañana" deberá comenzar a definir "cómo será arreglado este país", después de cuatro años de Gobierno de la ultraderecha que encabeza Jair Bolsonaro.

"Todavía no sabemos si el actual presidente va a facilitar la transición", declaró en aparente alusión al silencio de Bolsonaro, que casi cuatro horas después de la proclamación del resultado aún no había reconocido su derrota ni hecho declaración alguna.

"La democracia contra la barbarie"

El presidente electo, de 77 años, reconoció que "esta fue una campaña muy difícil", porque enfrentó a "la democracia contra la barbarie" y, ya casi sin voz, insistió en que quienes le apoyaron le "ayudaron a derrotar a la fábrica de mentiras" de Bolsonaro, que fue acusado decenas de veces de divulgar falsa información.

Lula recordó que esta ha sido su sexta candidatura presidencial, pero señaló que "jamás" enfrentó "una batalla tan difícil" contra lo que definió como "fascismo" e "industria de mentiras", en clara alusión al líder de la ultraderecha.

"Fui elegido para gobernar para 215 millones de brasileños y voy a gobernar para todos", insistió. "Pero serán los más necesitados los que van a estar en el centro de las políticas del Gobierno", declaró Lula, quien asumirá el poder el próximo 1 de enero.

"A nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar las armas. Armas matan y nosotros escogemos la vida", había manifestado poco antes en su primer discurso, en el que también prometió "fortalecer" la lucha contra la violencia machista y "enfrentar sin tregua el racismo y la discriminación" para que "blancos, negros e indígenas tengan los mismos derechos".

"El desafío es inmenso, es necesario reconstruir este país en todas sus dimensiones. Necesitamos reconstruir el alma de este país, el respeto a las diferencias y el amor al prójimo", afirmó, en una alocución que buscó tender la mano a todos en un país extremadamente polarizado.

Lula recibió el 50,9% de los votos y Bolsonaro un 49,1%, una diferencia mucho más corta de lo que pronosticaban las encuestas y que dejó a Brasil en vilo durante tres horas, lo que tardó en resolverse un recuento angustiante, en las elecciones más ajustadas de la historia del país. 

El líder progresista, de 77 años, volverá al poder el próximo 1 de enero para iniciar un tercer mandato. Es el primer político que gana tres elecciones presidenciales en toda la historia de Brasil.

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