El Brasil que Lula 'recupera' diez años después: división, vuelta a la escena internacional, ecologismo y reducción de la pobreza

Lula da Silva celebra su victoria en las elecciones de este domingo.
Lula da Silva celebra su victoria en las elecciones de este domingo.
EFE
Lula da Silva celebra su victoria en las elecciones de este domingo.

El 1 de enero de 2003 Luiz Inácio Lula da Silva asumía el mando de un Brasil que buscaba políticas progresistas para avanzar. El líder del PT estuvo entonces en el cargo hasta 2011. Después, paso por la cárcel mediante, Lula trató de volver a la primera línea para retomar el trabajo que había hecho antes. Y el paso definitivo lo dio este domingo con una ajustada victoria ante Jair Bolsonaro: solo dos millones de votos de diferencia que evidencian no tanto un país polarizado como sí dividido.

Pero el nuevo -o no tan nuevo- presidente no quiere reforzar esa tesis: "Gobernaré para 215 millones de brasileños, y no sólo para los que me han votado. No hay dos países. Somos un Brasil, un pueblo, una gran nación", sostuvo tras ganar.

Ahora, ¿qué Brasil 'recupera' Lula una década después? En un país de 215 millones de personas, el progresista ganó con el margen más estrecho que se ha visto nunca en unas elecciones brasileñas, y al mismo tiempo ha sido el candidato más votado en una segunda vuelta. Pero eso no hace más que evidenciar que Brasil es hoy por hoy un país partido en dos

Tendrá por tanto Lula que coser una sociedad que ha vivido además un proceso electoral marcado por las amenazas, los ataques, los reproches y las persecuciones, especialmente del lado bolsonarista sobre el de su rival.

Precisamente Bolsonaro sigue sin reaccionar ante su derrota, pero mantiene un Congreso conservador que puede torpedear o rechazar las iniciativas del nuevo presidente. En la Cámara, el Partido Liberal cuenta con la bancada más numerosa, de 96 escaños. En el Senado, el vencedor de los comicios presidenciales encontrará un escenario parecido ya que la formación de Bolsonaro cuenta con 14 de 81 asientos. Pero, además, es muy probable que las hostilidades trasciendan al plano social, puesto que casi la mitad de los brasileños habían apostado por la continuidad de Jair Bolsonaro. Por ello, parece que el principal reto de Lula da Silva será desarrollar políticas efectivas que amainen el clima de polarización y le hagan sumar reconocimiento ciudadano.

Más allá de las fronteras de Brasil la victoria de Lula fue acogida con optimismo y en Europa se repite la necesidad de trabajar con el país en "afrontar los desafíos comunes" del presente y del futuro. Alemania cree que la victoria de Lula es "un triunfo de la democracia brasileña", el Reino Unido pone de relieve la importancia de colaborar en los "recursos naturales del planeta y la promoción de los valores democráticos" y Francia alude a que es "un nuevo capítulo de la historia de Brasil"

Estas felicitaciones se suman a las que realizó, entre otros, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, solo 40 minutos después de que se hiciera oficial la victoria de Lula en unas elecciones que calificó de "libres, justas y fiables". Por su parte, Pedro Sánchez sostuvo que los brasileños han decidido "apostar por el progreso y la esperanza" y que trabajará con Lula "por la justicia social, la igualdad y contra el cambio climático". 

Desde la UE, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, resaltó la necesidad de "abordar los apremiantes desafíos globales, desde la seguridad alimentaria hasta el comercio y el cambio climático", mientras que el presidente del Consejo Europeo se refirió a "retos globales: paz y estabilidad, prosperidad y cambio climático. Y trabajaremos con toda la región". Para el Alto Representante, Josep Borrell, es importante que ahora Brasil y la UE estrechen lazos después de unos años muy complicados bajo la presidencia de Bolsonaro. 

Asimismo, el vicepresidente económico de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, ha confiado este lunes en que se pueda "avanzar" en la conclusión del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y los países de Mercosur, precisamente tras el triunfo de Lula. "Estamos preparados para hablar con el nuevo Gobierno cuando tome posesión y discutir sobre el modo de avanzar con Mercosur, la Unión Europea aún está comprometida con este acuerdo", indicó.

"Brasil y el planeta necesitan de una Amazonía viva"

Además de posicionar de nuevo a Brasil en la primera línea internacional, a nivel interno Lula tiene numerosos retos, uno de los cuales es la lucha contra el cambio climático. 

De hecho, no tardó en reiterar su intención de trabajar por la protección del Amazonas. "Brasil y el planeta necesitan de una Amazonía viva", apuntó nada más vencer en los comicios. Las palabras de Lula se dan en momentos en que la selva más extensa del planeta sufre con la devastación de su vegetación nativa con cifras que no se veían desde hace más de dos décadas en el país, un hecho que los ecologistas han atribuido a la falta de controles del Gobierno de Bolsonaro para frenar la minería ilegal, el comercio ilícito de madera o la pesca irregular.

La agenda, no obstante, tiene más deberes. Y otro de ellos es una promesa heredada ya desde su primer mandato: la reducción de la pobreza. En su anterior estancia en el poder, el Gobierno de Lula logró sacar a 30 millones de personas de su situación de vulnerabilidad y ahora el objetivo vuelve a ser el mismo. "Nuestro compromiso más urgente es acabar con el hambre otra vez", afirmó el dirigente progresista. 

Lula expresó que es inconcebible que un país como Brasil, que es una de las mayores potencias agropecuarias del mundo, el tercer mayor productor de alimentos y el primero de proteínas animales, no "pueda garantizar que todos los brasileños tengan diariamente un desayuno, un almuerzo y una cena". 

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