Una alfombra cubre ya la tumba de la basílica de la Macarena de la que fue exhumado en plena noche el cuerpo de Queipo de Llano

Un coche fúnebre sacó a las 2.20 horas de este jueves los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano del lugar de honor en el que estaba enterrado en la Basílica de la Macarena de Sevilla. Eel vehículo portaba también los restos de su esposa, Genoveva Martí, enterrada asimismo en la misma iglesia. Otro coche fúnebre sacó del templo al auditor de guerra y responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra Francisco Bohórquez Vecina, enterrado en la misma basílica sevillana. Las exhumaciones se han hecho en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática.
Un coche fúnebre sacó a las 2.20 horas de este jueves los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano del lugar de honor en el que estaba enterrado en la Basílica de la Macarena de Sevilla. Eel vehículo portaba también los restos de su esposa, Genoveva Martí, enterrada asimismo en la misma iglesia. Otro coche fúnebre sacó del templo al auditor de guerra y responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra Francisco Bohórquez Vecina, enterrado en la misma basílica sevillana. Las exhumaciones se han hecho en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática.
Un coche fúnebre sacó a las 2.20 horas de este jueves los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano del lugar de honor en el que estaba enterrado en la Basílica de la Macarena de Sevilla. Eel vehículo portaba también los restos de su esposa, Genoveva Martí, enterrada asimismo en la misma iglesia. Otro coche fúnebre sacó del templo al auditor de guerra y responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra Francisco Bohórquez Vecina, enterrado en la misma basílica sevillana. Las exhumaciones se han hecho en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática.
Un coche fúnebre sacó a las 2.20 horas de este jueves los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano.
EFE

A las dos y veinte minutos de la madrugada de este jueves 3 de noviembre salían de la basílica de la Macarena de Sevilla los restos mortales del general franquista Gonzalo Queipo de Llano y de su esposa Genoveva Martí, con lo que culminaba una operación que se desarrolló en poco más de cinco horas, en un ambiente de secretismo y nocturnidad.

Cuando se abrieron a esa hora las puertas de la basílica y salió el coche fúnebre, en el exterior del templo solo había una veintena de informadores —entre redactores, cámaras de televisión y fotógrafos—, un par de vecinos del barrio con un perro y una emocionada Paqui Maqueda, presidenta de la asociación memorialista Memoria Nuestra, además de unos veinte familiares de Queipo que asistieron a la exhumación.

El silencio de ese momento solo fue roto por unos tímidos aplausos de los familiares y un grueso insulto a Paqui Maqueda que no se sabe bien de donde venía.

La Hermandad de la Macarena ya había anunciado que los restos de Queipo de Llano, de su mujer, y del general Francisco Bohórquez —un militar que estuvo a las órdenes de Queipo como auditor de guerra y organizó las ejecuciones sumarias durante la Guerra Civil— iban a salir de la Macarena en noviembre para cumplir la nueva ley de Memoria Democrática, que entró en vigor en octubre.

Una alfombra cubre las zonas donde estaba ubicada las sepulturas
Una alfombra cubre las zonas donde estaba ubicada las sepulturas
EP

Ni la Hermandad ni ningún organismo oficial había comunicado que las exhumaciones se iban a llevar a cabo este jueves. De hecho, la basílica permaneció abierta al culto con normalidad y a las nueve de la noche, ya cerrada, fue cuando llegaron los operarios y los familiares de Queipo y de Bohórquez, además del forense y de algún representante gubernativo.

Cuando se empezó a conocer a través de las redes sociales y de los medios de comunicación que se estaba produciendo la exhumación ya era noche cerrada y poco a poco fueron llegando los periodistas, con las puertas del templo completamente cerradas.

A las 23.50 horas, todavía del miércoles, salió un coche fúnebre con los restos de Bohórquez y poco después volvían a oírse las máquinas taladradoras levantando las tumbas de Queipo —considerado el responsable del fusilamiento de más de 45.000 personas— y su esposa.

Hubo que esperar más de dos horas para que llegara una furgoneta fúnebre de color blanco y a las 2.20 horas ya de este jueves las puertas se volvieron a abrir y salieron en esa furgoneta los restos del general Queipo de Llano, enterrado en un lugar de honor en la Macarena hace 71 años, y su cónyuge Genoveva Martí.

Poco antes habían salido por un lateral del templo una veintena de familiares de Queipo, que no quisieron hacer declaraciones a los periodistas, y que aplaudieron cuando salieron los restos del general, y un coche con miembros de la Hermandad de la Macarena que también habían asistido a las exhumaciones.

Justo entonces Paqui Maqueda, muy emocionada, comenzó a gritar "honor y gloria a las víctima del franquismo", "contra la impunidad" y a pronunciar los nombres de sus familiares víctimas de la represión.

En declaraciones a los periodistas, Maqueda, al borde del llanto, dijo que Sevilla "ha cerrado hoy una etapa histórica" y que la Virgen de la Macarena "paseará por las calles de este barrio, que fue el último bastión antifascista más digna porque la Virgen de la Macarena es del pueblo".

Antes, cuando Maqueda esperaba la salida de los restos del que fue conocido como "virrey de Andalucía", señaló que estas exhumaciones eran "una asignatura pendiente de la democracia española" y que a partir de ahora Sevilla "es una ciudad más limpia de simbología del franquismo".

"Nos ha costado muchos lloros y gente que se ha quedado por el camino", añadió, y recordó la fosa común de Pico Reja en el cercano cementerio de Sevilla, de donde se están desenterrando los restos de cientos de respresaliados.

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