Arabia Saudí ha puesto a sus tropas en alerta máxima ante el temor a que Irán lance un ataque con drones contra su infraestructura petrolera. Así lo recoge un informe de la Inteligencia saudí, que ha compartido con EEUU y en el que se habla de la posibilidad de un ataque "inminente" de Teherán.

La razón de ese posible ataque iraní sería, según el informe, el apoyo que Arabia Saudí estaría dando a las protestas contra el régimen de los ayatolás que se han extendido por todo Irán a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini.

Irán culpa de la propagación de esas revueltas a EEUU, Israel y Arabia Saudí, tres de sus enemigos tradicionales. Según el Wall Street Journal, en Washington hay "preocupación" ante la "situación de amenaza" en la región y el Pentágono mantiene "contacto regular" con sus socios saudís.

Por su parte, Teherán ha asegurado ante la ONU que esos informes son "infundados" y sostiene que han sido elaborados por "regímenes sionistas" para atacar a Irán. "Los regímenes occidentales y sionistas difunden noticias sesgadas destinadas a crear un estado de ánimo negativo hacia la República Islámica de Irán y destruir las tendencias positivas actuales con los países de la región", ha subrayado.

Irán ha encontrado el apoyo de Rusia, que también acusa a Occidente de estar detrás de esos informes. El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha acusado directamente a los medios de comunicación occidentales de lanzar una campaña internacional para aumentar las tensiones en la región del Golfo.

"En las condiciones de una difícil situación internacional, puede convertirse en una peligrosa escalada de tensión en esta estratégicamente importante zona del mundo", ha dicho Lavrov, quien ha mantenido una conversación con su homólogo iraní, Hosein Amirabdolahian.