El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado un acuerdo con la Sareb - sociedad creada tras la crisis financiera para comprar las viviendas y los activos tóxicos de las entidades bancarias, también conocido como 'banco malo'- para regularizar la situación de 68 familias vulnerables que habían ocupado previamente sus viviendas. Según ha explicado la concejal de Vivienda Lucía Martín, algunas de estas familias ya han firmado el contrato de alquiler social y otros están en proceso de hacerlo.
Las conversaciones entre el Ayuntamiento y la Sareb han permitido que las personas que viven en estas viviendas y que se encuentran en procesos de desahucio en diferentes estados de ejecución puedan acceder a firmar un contrato de alquiler social, por el cual pasarán a pagar un alquiler de entre el 12% y el 30% de sus ingresos.
Además, la Unidad antidesahucios de Barcelona está haciendo el seguimiento de casi 300 familias en proceso de desahucio en vivienda de la Sareb.
El acuerdo al que ha llegado el Ayuntamiento con esta entidad no se limita al 68 casos mencionados, sino a la revisión del total, de este casi 300, ha explicado la concejal de vivienda. Este acuerdo incluye el compromiso con la Sareb de no desahuciar familias vulnerables y parar los procesos de desahucio que se ajusten a criterios de vulnerabilidad para garantizar que estas familias puedan regularizar su situación.
“Estamos hablando de que unas 500 familias que están en pisos de Sareb tendrán un alquiler social en los próximos meses. Es más de un 60% de su parque de vivienda en la ciudad”, ha celebrado Martín.
La mayoría de unidades familiares son hogares con criaturas, muchas de ellas encabezadas por mujeres, en situaciones laborales precarias que pasarán a pagar un alquiler y que, gracias al acuerdo, podrán estabilizar su situación vital.
“Algo rarísimo debería pasar”, ha asegurado Lucía Martín, “para que en los próximos meses” no se firmen los contratos que faltan ya que “son familias cuya vulnerabilidad hemos acreditado y documentado”.
La Sareb dispone en la ciudad de 824 viviendas, de los cuales solo 60 estarían vacías, según fuentes de la propia Sareb, y el resto estarían alquilados u ocupados.
Recientemente el Ayuntamiento de Barcelona publicaba los “Datos de la evolución de las ocupaciones en la ciudad de Barcelona 2019-2022”, donde se hacía patente disminución del 17% de las ocupaciones en la ciudad de Barcelona entre el tercer trimestre de 2019 y el del 2022.
Una disminución que está estrictamente ligada a la inversión en políticas de vivienda, como son la ampliación del parque público de alquiler, que con 11.500 viviendas, ya es el parque municipal más grande de toda España.
Según datos del Ayuntamiento, la Unidad antidesahucios de Barcelona que ha mediado en más de 14.000 desahucios, activando ayudas para cubrir deudas e impagos de alquiler a centenares de pequeños propietarios particulares, para garantizar que puedan cobrar sus alquileres y, por lo tanto, que sus inquilinos no tengan que perder la vivienda. O también, el gasto municipal en realojamientos de emergencia, que ha pasado de 3,5M€ en 2015 cerca de 25M€ este 2022.
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