Las terapias que ayudan a 898 familias a superar las secuelas del 'bullying' en las aulas

El acoso escolar supone un problema grave que perjudica a toda la sociedad. Una realidad que afecta a 1 de cada 10 alumnos en España, según las estadísticas de Save the Children. El Ayuntamiento de Madrid, desde septiembre del 2021, ha ayudado a 898 familias desde un programa de intervención familiar ante situaciones de acoso escolar.

La familia es el primer nivel de socialización de los individuos y representa un papel clave para poder abordar situaciones de acoso en las aulas. Por ello, es importante que el foco se centre en las familias para prevenir, detener y solventar esas situaciones. Siete Centros de Apoyo a las Familias (CAF) en Madrid se encargan se este programa que aborda el problema desde las familias, tanto del acosado como del acosador.

En los Centros de Apoyo a la Familia (CAF) la prevención y abordaje de las situaciones de acoso con las familias lo realizan a dos niveles: acciones de prevención y sensibilización y acciones de intervención y orientación en el ámbito familiar. Estas actuaciones las realizan en coordinación y colaboración con los diferentes agentes sociales e instituciones implicadas: Comunidad educativa, familia, centros de salud mental infanto-juvenil, agentes tutores, técnicos de absentismo, asociaciones específicas, etc.

"Es un programa que se lleva a cabo para prevenir y atender a las situaciones de acoso escolar, bien sea porque son las víctimas o porque ejercen de agresores. No solo intervenimos con esas familias también con menores que actúan de forma pasiva observando la situación", explica Alberto Martínez Sal, coordinador del séptimo centro CAF y psicólogo. Una amplia línea de actuación que también tiene como objetivo prevenir el acoso en las aulas y que aporta un servicio individualizado para cada familia con su respectiva situación particular.

Cuando la familia llega al centro dan comienzo dos fases: la primera explora la situación familiar y la derivada del acoso y en la segunda se establecen los objetivos, el plan de intervención y qué se va a hacer. Además, se establecen indicadores de riesgo para saber en qué situación se encuentra la familia y poder coordinarse con servicios sociales o centros especializados.

"Trabajamos con menores y familias. Si el menor es de muy corta edad las pautas van a través de los padres, pero si tratamos con adolescentes y preadolescente podemos trabajar con ellos directamente la comunicación social, las secuelas del acoso y fomentar la co-parentalidad", explica el coordinador del centro.

Estas actuaciones permiten favorecer las relaciones entre iguales y las relaciones paterno/materno filiales. Aportan a las familias información y les entrenan dándoles herramientas que les permitan mejorar la convivencia como: empatía, tolerancia, respeto y valor a la diversidad, con el fin de reparar los vínculos que se han dañado por el acoso escolar.