De las encuestas internas del PP que vaticinaban que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, volvería a empuñar el bastón de mando sin despeinarse hasta los sondeos de Más Madrid que insuflan "esperanza" a Rita Maestre para que la izquierda recupere la Alcaldía han transcurrido tres meses. Julio, agosto y septiembre. Fechas que a su vez coinciden con un periodo de tiempo de escasa actividad política en Cibeles, en el ínterin de las vacaciones veraniegas. Quizás suene la resolución de las multas de Plaza Elíptica, los actos vandálicos de Lavapiés o Villaverde, la sequía de un alud de árboles plantados tras Filomena o las quejas vecinales de que Madrid está sucia. Hechos de gran trascendencia, sin duda, pero ¿suficientes para que el regidor popular haya pasado de acariciar la mayoría absoluta a ver peligrar su repetición como alcalde?
Almeida se congratuló hace un par de semanas de contar con encuestas internas que le auguraban cerca de 29 concejales en las próximas elecciones municipales de mayo. "Estamos manejando un porcentaje de voto por encima del 40%, lo que nos sitúa en torno a la mayoría absoluta", comentó en el programa de Antena 3 Espejo Público. Hacía referencia a un trabajo de campo proveniente de Génova a principios de julio, donde el PP miraba por el retrovisor al PSOE, que todavía sin candidato para la cita electoral recuperaba el espacio de la izquierda y se situaba en segunda posición. Vox aguantaba el tipo con una número similar de concejales (4) y Ciudadanos, su socio de gobierno, liderado por la vicealcaldesa, Begoña Villacís, se esfumaba del mapa electoral. Precisamente, los casi 190.000 votos naranjas caían al zurrón del PP, catapultando su meteórico ascenso desde los 15 escaños de 2019.
De hacerse realidad, el primer edil recuperaría la codiciada mayoría absoluta que en 2011 obtuvo -por segunda vez consecutiva- Alberto Ruiz Gallardón. Un premio que veía inalcanzable a principios de año, con el Partido Popular hecho jirones y el Palacio de Cibeles convertido en un polvorín. Entonces, alumbrado el intento de espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Almeida renunció a su cargo como portavoz nacional de los populares, puesto al que se encaramó después de éxitos como los Acuerdos de la Villa de 2020. En este tiempo ha tratado de calmar las aguas y recuperar la fama que se granjeó de 'alcalde de todos los madrileños' en sus época dorada en la capital.
Para los grupos de la izquierda madrileña, el alcalde popular no ha levantado cabeza desde aquello. De hecho, de acuerdo con la estimación del voto que recoge la encuesta de 40dB encargada por Más Madrid en octubre, la suma del bloque progresista -PSOE incluido- se quedaría a un concejal (28) de alcanzar a la derecha -PP, Vox y Cs (29)- si hoy mismo se celebrasen las elecciones. Dicho análisis da 22 escaños al PP, primera fuerza política, seguido de Más Madrid, que cede esta posición, pasando de 19 concejales en los comicios de 2019 -tres menos en este momento con la marcha de otros tantos ediles al Grupo Mixto- a 17. La tercera posición sería para el PSOE, que trepa por encima de Ciudadanos, el último de la tabla. Y Vox, como en la anterior, mantiene la misma representación aunque cambia su peso en la Corporación ocupando el cuarto puesto.
"Deja claro a lo largo de estos años que se ha movido muy poco el mapa de la ciudad y que, por lo tanto, como sucedió en 2015, es perfectamente posible recuperar la Alcaldía para un gobierno progresista", sostuvo este viernes Rita Maestre, a una semana de que Más Madrid celebre el Plenario del grupo municipal. Un cita -los próximos 11 y 12 de noviembre- donde perfilarán la estrategia para arrebatarle la alcaldía a la derecha, en vista de que ya han despejado las dudas sobre su futura candidata a la Villa y Corte, la propia Maestre.
En ambos escenarios el gran damnificado es Ciudadanos, aunque la diferencia entre la primera y segunda encuesta es sustancial: entrar en el Palacio de Cibeles y optar a una reedición del Ejecutivo actual o desaparecer del último feudo que le queda a los naranjas. El entorno de Villacís se aferra a la primera posibilidad. Dicen que no tienen encuestas internas, pero que confían en las que se han ido publicando este año en los medios de comunicación y que aseguran su supervivencia. "La marca de Begoña cotiza al alza, por encima de la del partido actualmente", opinan las mismas fuentes.
Lo socialistas tienen más motivos para sonreír, todos los sondeos auguran una mejora en los resultados cosechados en 2019. Su portavoz municipal actual, Mar Espinar, recordó esta semana que las encuestas son fotos fijas "que hay que tener en cuenta pero que no deben condicionar, ni para bien ni para mal". Desde su equipo, revelan que el Grupo socialista está centrado en "trabajar y trabajar". Todavía se desconoce la identidad de su cabeza de cártel en las elecciones de 2023, quien podría revolucionar las posibilidades del la izquierda.
Inquiridos por este medio sobre los datos demoscópicos que se han conocido, desde Vox, con Javier Ortega-Smith a al cabeza, se abstienen de valorarlos. "No creemos en las encuestas, como se puede ver las encuestas 'se cocinan' y curiosamente quien las encarga obtiene los resultados deseados", señalan antes de asegurar que para ellos la "mejor encuesta es la calle, el empuje de los voluntarios, la masiva asistencia a los actos [como el de VIVA22] y el interés cada vez mayor por nuestras propuestas". En cualquier caso confían en "unos magníficos resultados" la próxima vez que los madrileños acudan a las urnas. "La descomposición de Ciudadanos, el desencanto de los votantes de la izquierda y la memoria de los madrileños frente a las mentiras y traiciones de Almeida" apuntalan sus sospechas.
La carrera electoral no ha hecho más que empezar. Y todos los grupos municipales se ven como caballos ganadores. Quedan menos de seis meses para salir de dudas.
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