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Las 'midterms', una piedra en el zapato para Joe Biden: "Es muy difícil aprobar reformas de calado sin mayoría en ambas cámaras"

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un mitin en Filadelfia.
EFE/EPA/WILL OLIVER

"Esta es una de las elecciones más importantes de nuestras vidas. Los resultados determinarán la forma de nuestro país durante las próximas décadas". Con un estadio lleno y un discurso casi apocalíptico, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pedía ante una multitud en Filadelfia que saliera este martes a votar. Las midterms (elecciones de mitad de mandato) que se celebran este ocho de noviembre pretenden renovar parte del Senado y la Cámara de Representantes, aunque de fondo, se evalúa al presidente Biden. Las encuestas dan la victoria a los republicanos y, de confirmarse, podría significar un final de mandato con constantes piedras en el camino para el actual presidente e incluso un obstáculo insalvable para la posible reelección en 2024.

Las legislativas de este martes renovarán 435 escaños de la Cámara de Representantes, donde los diputados cumplen un mandato de dos años, y 34 de los 100 puestos del Senado, donde están por un periodo de seis años. Están en juego también los gobernadores de 36 estados y multitud de cargos estatales y locales, como por ejemplo las Secretarías de Estado.

"En el sistema absolutamente polarizado y enfrentado que tiene EE UU es muy difícil aprobar grandes reformas de calado si no tienes mayoría en ambas cámaras", asegura a 20minutos Carlos H. Echevarría, periodista de Maldita.es y analista de El Orden Mundial. Si los republicanos recuperan el poder legislativo pueden obstaculizar los intentos de la Administración demócrata de sacar adelante nuevas propuestas.

"Ya no es solo que la oposición vote que no, sino que no va a permitir ni que se vote", afirma Echevarría, que indica que si pierden ambas cámaras el problema se agravaría, ya que "el Senado, aparte de legislar, tiene también que aprobar los nombramientos del presidente". 

Las 'midterms', un obstáculo histórico

Históricamente el partido en la Casa Blanca sale penalizado en las elecciones de medio mandato. La pérdida de escaño se ha convertido casi en una norma en el país. "La excepción es que a un presidente le vaya bien", dice Echevarría.

Por su parte, Adam Dubin, profesor de Derecho Internacional en la Universidad Comillas ICADE, explica a este medio que "el propio sistema de Check and Balance creado por los padres fundadores propicia que ocurra esto. La idea es que el presidente no aglutine demasiado poder, porque el gran miedo en aquel momento después del colonialismo era tener algo parecido a un rey o una reina".

La última vez que el partido de un presidente ganó escaños en la Cámara de Representantes fue en 2002, un año después del 11S, cuando la situación aunó a la sociedad en torno a la guerra contra el terrorismo que promulgaba George Bush. En esta ocasión, tras un inicio de campaña donde las encuestas daban un buen resultado para el bando de Biden, la balanza se ha inclinado cada vez más en favor de los republicanos. Por ello, los demócratas han tratado de recuperar esa tendencia positiva argumentando que el país está en un momento crucial de su historia.

"Nos enfrentamos a uno de esos puntos de inflexión, uno de esos momentos que ocurren cada tres, cuatro o cinco generaciones. Todos sabemos en nuestro interior que nuestra democracia está en peligro", afirmó Biden en un mitin la semana pasada.

El derecho al aborto y el miedo a un regreso de Trump

Mientras los demócratas juegan la baza de sus recientes victorias legislativas, como la Ley para la Reducción de la Inflación o la que impulsa la fabricación de microchips, los republicanos azotan con el aumento de la violencia y de la inflación, de la que culpan al actual liderazgo demócrata. Además, han prometido que si recuperan el poder legislativo planean entre otras cosas imponer un veto al aborto a nivel general.

Ha sido precisamente lo ocurrido con el derecho al aborto (en junio de este años el utraconservador Tribunal Supremo de EEUU revocó la protección al derecho a abortar) y el miedo a que candidatos protrump no quieran reconocer los resultados de las midterms, lo que ha tratado de esgrimir el bando demócrata para darle trascendencia a estas elecciones y romper la tendencia histórica. "La esperanza demócrata era precisamente que el cabreo generalizado por la sentencia contra el derecho al aborto. Pero la realidad es que para cuando hemos llegado a estas elecciones eso ya no se ha dado", afirma el responsable de Políticas Públicas y Desarrollo Institucional de Maldita.es.

El partido Demócrata ha pensado durante toda la campaña que el electorado del presidente, que es el que tradicionalmente se queda en casa, sí se iba a movilizar hasta el punto de competir contra los republicanos. "Durante meses pareció que iba a ser así", reconoce Echevarría, que agrega que "en los últimos meses eso se ha venido abajo, empujados por una situación económica complicada".

Esa crisis económica es también para Dubin un elemento fundamental en este cambio de tendencia: "Los tiempos han cambiado con Rusia, con la economía y con el aumento del crimen. Es difícil que con la inflación que hay prioricen temas por encima de la economía y más en un país donde el estado del bienestar es casi inexistente".

¿Cómo puede afectar a Biden?

De recuperar los republicanos el poder en ambas cámaras, ya han avisado de que se plantean utilizar su potencial mayoría para impulsar una avalancha de investigaciones, entre ellas una sobre los motivos del registro de la mansión de Florida de Trump en agosto, e incluso la puesta en marcha de un impeachent (juicio político) contra Biden 

"Esta va a ser la nueva táctica política del partido mayoritario. Hacer un juicio contra el presidente de otro partido", advierte Dubin, que considera que utilizar un impeachment como venganza es "peligroso", ya que es un procedimiento que está reservado para "los crímenes más serios". "Esto puede llevar a una crisis institucional como país", asegura.

Además de este posible juicio político, un Biden que suspende en popularidad en 45 de los 50 Estados y que podría sufrir dos años de bloqueo a todas su medidas, podría ver limitada su capacidad de ser reelegido en las próximas elecciones. Ni Biden ni Trump han dicho oficialmente que vayan a aspirar de nuevo a la Presidencia, pero sus insinuaciones y su protagonismo en esta campaña parecen indicar que sí. 

Para Echevarría, los resultados no obligarán a Biden a renunciar a la reelección, pero "si los demócratas pierden la mayoría en ambas cámaras, igual sí que hay reflexiones que se pueden hacer".  "La decisión será de él, pero si no se presenta tendrá que decidirlo ya. Quizás después de las midterms. Si no dice nada, es que se va a presentar", agrega. 

A partir del miércoles se iniciará un nuevo periodo. La segunda mitad del mandato de Biden y con una única fecha en mente: las presidenciales del 5 de noviembre de 2024. Si los demócratas consiguen conservar el Senado con mayoría, la lectura podría ser parcialmente optimista, pero si pierden la dos cámaras, se va a analizar como un rechazo al presidente.

"Veo complicado que después de perder las midterms y mantener números bajos de popularidad le dejan presentarse otra vez", dice Dubin, que tampoco tiene claro que vaya a querer volver a presentarse. "Creo que Biden está esperando para ver los resultados de esta elección para anunciar si se presenta o no otra vez, pero si no gana veo complicado que en dos años se presente de nuevo".

Redactor '20minutos'

Redactor de Internacional, Exteriores y Defensa. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Múndo Árabe e Islámico por la Universidad de Barcelona. En 20minutos desde diciembre de 2020. Escribo sobre conflictos armados, derechos humanos y geopolítica.

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