El salto masivo a la valla de Melilla del pasado 24 de junio que provocó la muerte de al menos 23 migrantes -las ONG elevan esa cifra hasta los 70- ha vuelto a poner en el foco sobre Fernando Grande-Marlaska. El Partido Popular y los propios socios de Gobierno -también los parlamentarios- están tratando de acorralar al titular de Interior acusándole de mentir, por defender que ninguno de los fallecimientos se produjo en suelo español, tal como denuncia un documental de la BBC.
Pese a la presión, Marlaska, que se ha abierto a volver a comparecer en el Congreso, mantiene su versión inicial. De momento, cuenta con el respaldo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien el pasado viernes lo definió como "un gran ministro del Interior".
Pese a que el suceso ocurrió hace casi cinco meses, un documental de la BBC lo volvió a poner de actualidad la pasada semana. El trabajo periodístico llamado Muerte en la frontera cuenta en detalle el intento -calificado como "ataque violento" por el Gobierno-, de unos 2.000 migrantes subsaharianos de saltar la valla y asegura que hubo devoluciones en caliente y traslado de cadáveres de suelo español a territorio marroquí, contradiciendo las versiones de los gobiernos de ambos países. Marlaska siempre lo ha negado. Lo ha vuelto a hacer este martes, minutos antes de entrar en la Comisión de Secretos Oficiales, en la que finalmente no se ha tratado el tema pese a que Unidas Podemos, ERC y EH Bildu han intentado abrir el debate sin éxito.
"Ningún hecho trágico ocurrió en territorio español", ha afirmado el ministro en unas declaraciones que chocan frontalmente con lo expuesto por un grupo de diputados que visitaron el lunes el lugar de la tragedia. Pese a que las cámaras interiores de la Policía Nacional en el paso fronterizo del Barrio Chino de Melilla -donde se produjeron los hechos- no funcionaban, sí hay imágenes de la Guardia Civil captadas desde el helicóptero y de drones que contradirían las palabras del responsable de Interior, según miembros de Unidas Podemos y de Bildu.
"Todo parece indicar que hubo fallecidos en zona de control de las autoridades españolas", señaló sin matices ese día Enrique Santiago, parlamentario morado que estuvo en el lugar de los hechos. Se ve "una avalancha de personas por el suelo que se puede presuponer que están heridas o fallecidas", añadió Jon Iñarritu, diputado abertzale. También desde el PP, que pide la dimisión del ministro, comparten esta versión. "Se aprecia cómo las palabras del ministro Marlaska no solo eran falsas, sino que quedan claramente en entredicho" porque las imágenes de los altercados "indican una cosa y las palabras del ministro, la contraria", ha señalado Javier Maroto, portavoz de los populares en el Senado.
"Las imágenes nos han permitido confirmar que el ministro mintió en junio cuando dijo que se había resuelto bien ese asunto y en septiembre cuando compareció en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de esos hechos siguió mintiendo", ha afirmado, por su parte, Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, que ha insistido en pedir su dimisión o su cese por parte del presidente. "Lo que no merecen los españoles es tener un ministro del Interior que les miente", ha añadido.
En todo caso, parece que el debate podría centrarse en cuál es la frontera fijada entre ambos países. Socios parlamentarios del Ejecutivo como ERC o Bildu defienden que ese paso fronterizo aparece dentro del mapa oficial recogido por el Instituto Geográfico Nacional y el catastro, por lo que es español. Interior, no obstante, rebate esa teoría con diferentes resoluciones judiciales que recogen "cómo la soberanía de España llega hasta la valla".
Se abre a comparecer y defiende la actuación policial
Marlaska también ha insistido en una defensa férrea de la actuación que la Guardia Civil llevó a cabo ese día. Según sus palabras, la Benemérita actuó con parámetros "de legalidad y siguiendo los criterios de proporcionalidad para defender la frontera". El ministro ha añadido, además, que fue un "ataque muy violento, con instrumentos muy peligrosos", hacia una linde que también es frontera europea.
El titular de Interior también se ha mostrado dispuesto a comparecer en comisión, algo que le piden sus socios parlamentarios, que también han registrado la petición de una comisión de investigación para aclarar lo ocurrido. No es la primera petición que se registra en este sentido, aunque ahora todo podría ser diferente porque entonces el PP, consciente de que la polémica podría enfrentarle con la Guardia Civil, salvó al ministro. No obstante, los populares se abren ahora a estudiar su posición o, incluso, a solicitar por su cuenta otra comisión. De momento, lo que pide el PP es una nueva comparecencia de Marlaska ante el Pleno del Congreso y también que el Gobierno les facilite las imágenes de lo ocurrido en Melilla.
La ratificación de Sánchez
Con todo, Marlaska sigue contando con el aval del presidente Sánchez y de la parte socialista del Gobierno (los morados, pese a pedir más explicaciones, no se han sumado a la petición de dimisión que llega desde el PP). "El ministro del Interior tiene toda mi confianza, como juez y como político ha desempeñado con eficacia y honestidad la defensa de los derechos humanos", dijo el jefe del Ejecutivo el pasado viernes desde Portugal, donde le definió como un "gran ministro del Interior".
Este martes, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, también ha querido echar un capote a su compañero de filas recordando que Marlaska ya compareció para ofrecer su versión. Asimismo, ha trasladado "la confianza del Gobierno a las fuerzas de seguridad, que actúan ante un escenario muy complejo y lo hacen de forma proporcional y ajustándose a la legalidad".
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