La AP-7 tendrá dos tramos limitados a 100 kilómetros por hora en Cataluña para luchar contra la elevada siniestralidad

  • La Ronda de Girona tendrá un carril especializado y la AP-7 del Vallès incorporará velocidad variable.
Camión incendiado en la AP-7 a la altura de Cerdanyola.
Camión incendiado en la AP-7 a la altura de Cerdanyola.
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Camión incendiado en la AP-7 a la altura de Cerdanyola.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) y el Servei Català de Trànsit (SCT) han pactado actuaciones "inmediatas" en cuatro tramos de la autopista AP-7 en Cataluña para bajar los altos índices de siniestralidad, sobre todo con camiones implicados, tras la eliminación de los peajes el 1 de septiembre de 2021. La propuesta inicial de Trànsit contemplaba intervenir en unos 10 tramos y un total de 70 kilómetros de vía rápida. 

Después de un análisis conjunto entre Ministerio y Generalitat, se ha consensuado una actuación en siete de estos tramos, englobados en cuatro zonas o puntos negros en accidentalidad: Ebre, Tarragona, Vallès y Ronda Girona, y en un total de 83 kilómetros. 

La AP-7 concentra el 17% de la siniestralidad global en las vías catalanas y 23 víctimas mortales en lo que llevamos de año, un incremento respecto a los años 2019 y 2021. Fruto de la liberación de los peajes, en 2022 han perdido la vida 14 personas en domingo, respecto a las 34 de 2019. Además, las congestiones de tráfico a causa de accidentes ha subido un 98% solo en la AP-7 en poco más de un año sin pagar. El paso de vehículos pesados se ha visto aumentado 30% y un 40% el general.

El director del SCT, Ramon Lamiel, ha indicado este miércoles que la reducción de los fallecidos se debe "a que la movilidad en fin de semana se ha redirigido a vías rápidas por la eliminación del peaje" y a que estas "tienen índices de peligrosidad más bajos" que las convencionales. 

Actuaciones en un total de cuatro tramos 

Así pues, fruto de este acuerdo entre ambas administraciones, la limitación de la velocidad a 100 kilómetros por hora se aplicará desde ya en les Terres de l'Ebre (Tarragona), en el tramo de la AP-7 entre los términos municipales de Calafat y L'Ampolla. 

También en la comarca del Vallès, concretamente, en la bifurcación de la AP-7 hacia la B-23 en El Papiol y en la bifurcación de la C-33 hacia la AP-7 en Montornès del Vallès. Ambos trazados suman 29 kilómetros de autopista paralelos a la B-30.

Radar de tramo entre Altafulla y Constantí 

Otras dos actuaciones serán el control de velocidad en la AP-7 entre Altafulla y Constantí (Tarragona) en dirección sur mediante la instalación de un radar de tramo. En este tramo se producen muchos accidentes debido a "la pendiente y la inclinación de la vía", lo que incrementa la velocidad de los vehículos. 

Mientras se coloca el radar de tramo la velocidad máxima permitida de 120 kilómetros por hora se medirá con controles de mossos. Ya con el radar, la velocidad máxima será de 100 kilómetros por hora "hacia abajo" (anunciándolo mediante paneles) y su cumplimiento se vigilará con controles "de agentes, aéreos o puntuales con radares móviles", ha indicado Lamiel. La señalización variable está pendiente de concurso.

Por último, en el tramo de la Ronda de Girona que presenta cuatro carriles de circulación, se especializará el carril derecho "de forma prioritaria para entradas y salidas y con una velocidad limitada a 80 kilómetros por hora". Se trata de una solución "innovadora", ha puesto de manifiesto este miércoles el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Xavier Flores. 

En Twitter, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha celebrado el acuerdo y ha recordado que, desde el verano, el Govern pedía actuar con urgencia en esta vía para frenar la elevada siniestralidad. El Ministerio de Transportes tiene previstas otras actuaciones en la AP-7 y en la AP-2 en Cataluña por valor de más de 1.000 millones de euros.

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