Madrid

Una masiva manifestación por la sanidad pública retumba en el centro de Madrid

A lo largo del recorrido de la manifestación, los manifestantes han coreado consignas en favor de la sanidad pública.
EFE / Rodrigo Jiménez

Las calles del centro de Madrid retumbaron este domingo con el grito al unísono de decenas de miles de madrileños -más de 200.000, según el cálculo de la Delegación de Gobierno, y más de 670.000, según las asociaciones vecinales que convocaron la protesta- contra la gestión sanitaria del Gobierno regional que lidera Isabel Díaz Ayuso. Bajo un  cielo azul y el lema de Madrid se levanta por la sanidad pública, cuatro multitudinarias columnas en las que participaron Más Madrid, PSOE y Podemos partieron desde las 12:00 de la mañana de Atocha, Nuevos Ministerios, Hospital de la Princesa y Ópera para confluir en la Plaza de Cibeles, con la fuente y el palacio homónimos como testigos de los cánticos y las pañoladas. 

Representantes de todos los partidos de la izquierda en Madrid también se sumaron a la concentración. "Estamos viendo aquí a la sociedad civil organizada para decirle a Ayuso que la sanidad no se toca, no se desguaza para vendérsela al peor postor, es el patrimonio y la identidad de todos", manifestó Mónica García, líder de Más Madrid. "La región más rica de España tiene que tener la mejor Atención Primaria y las mejores urgencias", opinó el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, para quien el Gobierno regional del PP "tiene la obligación de escuchar con atención y respeto a las familias y profesionales sanitarios." "Hoy estamos haciendo una moción de censura que va a traer el cambio a Madrid", proclamó Alejandra Jacinto, próxima candidata de Podemos a las autonómicas. Hasta los comicios de primavera, el reproche de la sanidad será la punta de lanza que empuñe la izquierda madrileña contra Ayuso.

La líder de Más Madrid, Mónica García, se hace fotos con los participantes.
Europa Press

En primera línea, también se dejaron ver personalidades del mundo de la cultura como el director Pedro Almodóvar, que sujetaba una pancarta que rezaba "La Sanidad no se vende, se defiende", luciendo una camiseta en apoyo a este movimiento. El cineasta sostuvo que "la Sanidad es algo transversal, no una cuestión política". Los componentes del grupo Vetusta Morla, los actores Juan Diego Botto y Luis Tosar también habían respaldado la celebración de la manifestación.

"Vengo porque la sanidad va cada vez a peor… El viernes pasado me dolía mucho la garganta, la cabeza y el pecho, pero cuando fui a mi centro de salud me dieron cita para dentro de diez días", se aquejaba Jesús, un vecino octogenario de Leganés, minutos previos a que empiece la marcha. Como él, muchos concurrentes atestiguaban que la reestructuración de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y de Atención Rurales (SAR) en Puntos de Atención Continuada (PAC) ha sido la punta del iceberg. Un total de 78 Urgencias en centros de salud - también conocidas como urgencias extrahospitalarias- que han sido cubiertos sin reforzar plantillas y con videoconsultas en algunos casos

Apartados del tumulto, un corrillo de personas de avanzada edad debatían sobre los últimos movimientos autonómicos en materia de sanidad. "En tres palabras, lo que quieren hacer es: privatizar la sanidad", decía con vehemencia Roberto. "Mi marido ha pedido un especialista porque le duele la cadera y hasta junio del año que viene no se lo dan", justifica su enfado su mujer, Poli, colgada de su brazo. "Mi hija ha estado un año con citas ginecológicas telefónicas", les consolaba su amiga Rosa. "Al final la gente acude a la privada y así no se colapsa la pública. Creo que es lo que se pretende, que haya una sanidad privada como la de Estados Unidos", agregaba cuando empezaba a escucharse el redoble de tambores.

El director de cine Pedro Almodóvar durante la manifestación.
EFE

"De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste" o "El pueblo unido jamás será vencido" fueron algunas de las consignas que se escucharon. "No hay sanitarios, sí cervecitas"; "No es un negocio, sino un derecho" o "50 kilómetros para llegar a urgencias" podía leerse en algunas de las pancartas que sobresalían entre el bullicio. Tampoco faltaron las críticas a Ayuso, a quien le profirieron cánticos urgiendo su dimisión y cuya imagen estaba representada en un muñeco que correteaba entre los asistentes. 

La reacción de los populares madrileños no se hizo esperar. El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Pedro Muñoz Abrines, tildó la manifestación de "fracaso", toda vez que -según él- "el 99% de los madrileños no la hayan apoyado". "El contenido de los mensajes repetidos esta mañana demuestran que no iba en defensa de la sanidad, sino que era un ataque político a la Comunidad de Madrid", cargó el portavoz contra los representantes de la izquierda madrileña. La jefa del Ejecutivo madrileño, por su parte, guardó silencio sobre las protestas. 

Profesionales de la sanidad salen a la calle por segunda vez en el último mes.
Europa Press

La pandemia, un punto de inflexión

Los últimos quince días han devenido en una conflictividad creciente entre los médicos, que ya reclaman condiciones laborales dignas desde la época pandémica y que este lunes han estallado con una huelga indefinida convocada por el sindicato de médicos (Amyts). Pese a trabajar en urgencias y no verse tan afectada por los últimos acontecimientos, Alba empatiza con sus compañeros de Atención Primaria: "No creo que yo ahora mismo esté peleando por mi puesto de trabajo ni la mejora de mis condiciones, sino por todos lo que van antes que yo, que son la parte mayoritaria de la sanidad madrileña. No tienen tiempo, faltan muchos sanitarios y, como esas plazas no se cubren, trabajan por dos, por tres o por cuatro". Víctor, anestesista en Hospital Universitario 12 de Octubre desde hace 6 años, coincide en el diagnóstico: "Cada vez hay que trabajar más y no puedes rendir igual", lamenta ataviado con una bata blanca. 

Las batucadas han marcado el ritmo de la protesta.
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Al llegar a Cibeles, la algarada se ha enmudecido. Un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia del coronavirus ha dado paso a los aplausos en ovación a los "héroes con bata" de la crisis sanitaria. Y, para finalizar, representantes de asociaciones de distintos grupos han tomado la palabra a fin de dar voz a problemas a menudo invisibilizados. El médico Antonio Cabrera subrayó la "necesidad de poner la salud mental en un primer plano" a través de un Plan de salud mental en la comunidad. Lola Barquero, una de las organizadoras, reivindicó el papel la mujer en los cuidados familiares: "Somos en su mayoría mujeres las que acompañas a los niños o los abuelos al médico, vamos a la farmacia o esperamos en las salas de espera... El deterioro de la sanidad pública hace que perdamos mucho más tiempo."

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