Internacional

Biden y Xi Jinping se reúnen por primera vez con la guerra en Ucrania de fondo y llaman a fomentar la "cooperación" en el futuro

Estados Unidos y China son enemigos íntimos. Pero con los enemigos muchas veces hay que verse las caras y eso han hecho este lunes Joe Biden y Xi Jinping en Bali durante la cumbre del G20 que se está celebrando en Indonesia. La guerra en Ucrania, el conflicto comercial entre ambos que se alarga durante años o un cooperación inexistente en materia climática marcan el primer encuentro entre ambos desde que el líder demócrata llegó a la Casa Blanca. El vínculo entre ambos países está en su punto más bajo, y los gobiernos llegaron a la vista con buen voluntad pero con posiciones muy marcadas.

Biden ya avisó la semana pasada de que iría a la reunión a defender "los intereses de Estados Unidos" y que China sabe cuál es la posición en todos los asuntos. El presidente del gigante asiático, que acaba de renovar su mandato, mantiene la cautela. Pekín ocupa un lugar particular en el actual contexto internacional: pese a haber condenado la invasión de Ucrania, mantiene una equidistancia en el bloque antioccidental.

"Nuestras dos naciones comparten la responsabilidad de gestionar sus diferencias, debemos evitar que la competición se convierta en algo parecido al conflicto. Debemos encontrar formas de trabajar juntos en asuntos globales urgentes que requieren nuestra cooperación", expresó el propio Biden antes de que arrancase la reunión, que lo hizo con un apretón de manos y caras relajadas de ambos líderes.

Por su parte, el presidente chino puso todas las cartas sobre la mesa. "Estoy preparado para tener una conversación franca y en profundidad sobre los temas de importancia estratégica para la relación entre China y Estados Unidos en todos los temas de importancia global y regional", sostuvo.

Según la versión estadounidense del encuentro, tanto Xi como Biden coincidieron en rechazar el uso de armas nucleares en la guerra en Ucrania. El comunicado chino no hace mención a ese punto y se limita a decir que los dos líderes intercambiaron puntos de vista sobre la guerra en Ucrania, a la que se refiere como "crisis". Al respecto, Xi reiteró que China está "muy preocupada" por la situación actual y está del lado de la "paz", por lo que reiteró su deseo de que vuelvan a establecerse negociaciones entre Ucrania y Rusia, además de "diálogos profundos" entre Rusia, Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea.

Biden, que ha admitido que Washington seguirá compitiendo con Pekín en materia comercial, ha señalado que "esta competitividad no debe nunca rebasar los límites y llevar a las partes a un conflicto", tal y como ha informado la Casa Blanca en un comunicado. Los dos líderes han abordado, además, la importancia de "lograr el desarrollo de principios que permitan avanzar en objetivos comunes" de cara al futuro. "China y Estados Unidos deben trabajar juntos para hacer frente a los desafíos transnacionales, como el cambio climático, la estabilidad macroeconómica, la seguridad en materia sanitaria y la alimentación", recoge el texto.

China y Estados Unidos deben trabajar juntos para hacer frente a los desafíos transnacionales

Los presidentes han acordado impulsar la comunicación entre las partes a pesar de que Biden ha alertado nuevamente de la situación de los Derechos Humanos en zonas como Xinjiang, Hong Kong o el Tíbet. Sobre el asunto taiwánes, Biden ha puntualizado que Estados Unidos "se opone a cualquier cambio del statu quo en la zona" y ha recordado que el mundo espera que se mantengan la "paz y estabilidad" en el estrecho de Taiwán. Además, ha asegurado que "resolverá los casos de aquellos ciudadanos estadounidenses que han sido detenidos injustamente en suelo chino".

Por su parte, el presidente chino advirtió que Taiwán es "la primera línea roja que no se debe cruzar" y aseguró que espera que EEUU haga "honor a su promesa" de no apoyar una eventual independencia de la isla. "Taiwán forma parte de los intereses centrales de China, y son la base de las relaciones políticas entre China y Estados Unidos. Esta es la primera línea roja que no se debe cruzar. Cualquiera que busque separar a Taiwán de China estará violando los intereses fundamentales de China y el pueblo chino jamás lo permitirá", dijo.

No obstante, las partes han reiterado su compromiso con la no proliferación de armas nucleares y han destacado que "no debe producirse jamás una guerra nuclear", al tiempo que ha anunciado que el secretario de Estado del país norteamericano, Antony Blinken, viajará a China para dar continuidad a las conversaciones. Xi, por su parte, ha insistido en la importancia de que los dos países desempeñen un "papel de liderazgo" a nivel global y ha recalcado que la historia "es el mejor libro de texto". "Dejemos que haga de espejo y nos guíe hacia el futuro", ha puntualizado, según ha recogido la cadena CGTN.

El jefe de Estado chino ha expresado que está "deseando trabajar con Biden para encauzar las relaciones entre China y Estados Unidos y lograr un crecimiento saludable y estable que beneficie a los dos países y el mundo entero". "En estos momentos se están produciendo grandes cambios que nunca antes se habían visto", ha aseverado antes de afirmar que "el mundo espera que China y Estados Unidos sepan actuar adecuadamente". "Tenemos que trabajar junto a otros países para lograr una mayor confianza, estabilidad e ímpetu para el desarrollo común", ha sostenido.

El encuentro se produce tres meses después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, realizara una polémica visita a Taiwán, un asunto que ha avivado la polémica y ha fomentado maniobras militares por parte de China en la zona.

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