El Gobierno todavía no desvela cómo será, pero todo apunta a que el año que viene prorrogará la ayuda para combustible -los 20 céntimos actuales para gasolina y gasóil- con la diferencia de que ya no se aplicará a cualquier conductor y se afinará para que beneficie a sectores profesionales muy dependientes de él y a familias en función del nivel de renta.

Estas son algunas de las ideas que ha lanzado este lunes la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre algunas de las cuestiones que los ministerios económicos del Gobierno están teniendo en cuenta en la revisión de las medidas para paliar en encarecimiento de los precios de la energía, de cara a decidir si se "matizan" o "se intensifican" más allá del 31 de diciembre de 2022.

"Los 20 céntimos por litro fue una decisión de emergencia de este verano con un precio muy elevado de los combustibles, cuando la reacción rápida requería que fuera una decisión para todos y de aplicación sencilla en el conjunto de las estacione de servicio", ha recordado en una entrevista a RNE desde Sharm el-Sheikh (Egipto), donde este lunes empieza la ronda ministerial de la COP27 en la que los gobiernos intentarán al máximo nivel llevar a acuerdos para luchar contra el cambio climático.

Pasados los meses, y de cara a ver qué medidas seguirán en pie en 2023, Ribera ha añadido que "es importante concretar el esfuerzo en quienes más lo necesitan, ya sea por razones profesionales o por nivel de renta de las familias".

Mejor transporte público

Aunque sin desvelar nada todavía, las palabras de Ribera dejan ver que al menos la vicepresidenta tercera es más partidaria de medidas como la de subvencionar el transporte público que a los conductores particulares, que cumple en mucha mayor medida lo que ha afirmado que es "un principio obvio" para luchar contra el cambio climático del que precisamente estos días se habla en la COP27, donde se está criticando a los países desarrollados por las ayudas que conceden a los combustibles fósiles. "No se han de subvencionar los combustibles fósiles ni hacer un tratamientos fiscal favorable", ha indicado la vicepresidenta.

Por el contrario, considera que la reducción del precio de los abono transportes en las ciudades o la ayuda al tren de media distancia "probablemente tiene mucho más sentido social, es mucho más inclusiva" y ha recordado otra advertencia que lleva haciendo meses, sobre el hecho de que este tipo de ayudas como los 20 céntimos por litro se pagan vía presupuestos públicos, de modo que tienen que afinarse al máximo para dirigirse a quienes las necesitan verdaderamente.

En todo caso, la decisión todavía no está tomada, el precio de la energía sigue siendo alto y su peso sobre la economía familiar sigue siendo un motivo de preocupación. "Es muy importante facilitar que toda la transición del sistema energético sea asumible por las familias, la señal de precios es importante para modular nuestro comportamiento pero no puede suponer una barrera infranqueable" para hogares o trabajadores con menos recursos.