Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Romantizar la droga en prime time

Pablo Motos con Joaquín Sabina en 'El Hormiguero0
Pablo Motos con Joaquín Sabina en 'El Hormiguero0
Atresmedia
Pablo Motos con Joaquín Sabina en 'El Hormiguero0

"La música le debe bastante a las drogas, que Mick Jagger no componía con un cortado".  El autor de esta frase es Pablo Motos. La ha verbalizado en el riguroso directo de El Hormiguero, durante una entrevista a Joaquín Sabina, Leiva y León de Aranoa. Todos, juntos, sentados en la entrañable mesa que esconde a las simpáticas Trancas y Barrancas, a las que se escucha reírse de fondo por aquello de distender. 

Leiva, contesta. Y sin necesidad de hacerse el malote defendiendo lo prohibido, como solía pasar con hombres de otras generaciones: "Hay un montón de artistas que han trabajado bajo los efectos de las drogas que han dejado obras maravillosas y otros que han dejado grandísimas mierdas. No es esencial para crear", recalca el músico. 

Sin embargo, se sigue romantizando las drogas, ilegales y legales. De hecho, esta entrevista de El Hormiguero es un buen retrato social sobre cómo se mitifica tomar sustancias que solamente destruyen. Algunos se sienten hasta modernos predicando el colocón como dopaje creativo. Y las mentiras si se repiten mucho, terminan sonando verídicas y se acaban incrustando en nuestra cabeza. Tal vez es lo que le ha pasado a Pablo Motos, que probablemente ha soltado la frase sin pensar demasiado.

"Cuando me preguntaban 'qué sientes por las drogas' yo siempre contestaba 'nostalgia"', bromea Sabina en otro tramo de la conversación. Más risas. Las adicciones siguen siendo un tema tabú que provoca un interés extra en televisión y El Hormiguero hace bien en romper con el eufemismo para afrontarlo. Aunque cuidado con glorificar sustancias nocivas como trampolín del arte. Los comentarios de bar son peligrosos transformados en dogma en una prime time revestido de familiar.

El talento de Sabina nunca ha ido unido a lo que se metía, por mucho que digan. Sus maravillosas letras han ido estrechamente vinculadas a su capacidad para mirar a su entorno. Capacidad que machacan las drogas, devaluando la salud, la constancia, la concentración. Las adicciones significan perder la lucidez, corporal e intelectual. Porque el cuerpo sólo es uno, con cerebro incluido. Pero es más fácil olvidar a la ciencia y correr al lugar común de que el 'colocón' inspira. Y lo que es peor, todavía hoy parece que queda moderno y antipuritano verbalizarlo. 

Focalizamos fatal la modernidad. Incluso confundimos libertad con ataduras. Cuando falleció Enrique San Francisco se escuchaba a personalidades resaltar cual virtud que el actor había sido muy libre para hacer siempre lo que quería, en simplona referencia a vivir con adicciones. Deberíamos resetear determinadas asociaciones de ideas. No, eso no es libertad, es sumisión. La incontrolable dependencia que anula, destruye y arrastra hasta dejarte solo. Pero necesitamos romantizarlo todo. Quizá para esquivar la descarnada realidad.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento