Cómo es el devon rex, una de las razas del grupo "curly" felino: juguetón, muy afectuoso y con fama de tragón

Los orígenes del devon rex bien podrían ser material de guion cinematográfico. En una mina de estaño abandonada en el suroeste de Inglaterra, concretamente en el condado de Devon, durante el año 1960, unan mujer llamada Beryl Cox encontró a una gata de pelo corto ondulado, a la que bautizó como Kirlee y de la que se disponen de numerosas fotografías históricas.

Para entonces, y desde hacía unos 10 años atrás, ya se había descubierto otra raza de pelo rizado a apenas 55 kilómetros de distancia, en Cornwall, que, en idioma córnico, una de las lenguas insulares célticas, se conoce como Cornish. A la raza establecida desde el gato de pelo rizado localizado en esta región se le puso como nombre cornish rex. Beryl Cox, al tener conocimiento de que ya existía una raza de pelo rizado, dio por hecho que Kirlee era del mismo linaje que el gato de Cornwall, y se la entregó a los criadores de esta raza para aumentar el acervo genético.

La sorpresa fue mayúscula para todos al cruzar a Kirlee con un cornish y que ninguno de los gatitos saliera con pelo rizado: Kirlee mostraba una mutación de pelo rizado totalmente diferente a la de los cornish.

Gracias a los estudios recientes de ADN que permiten los avances tecnológicos, se ha podido responder a esta incompatibilidad mediante la ciencia, y es que aunque la mutación natural se produce en ambas razas en el gen KRT71, el mismo que causa la condición de sin pelo en los sphynx, en cada raza esta mutación sucede en distintas regiones del genoma. Esta mutación es, por otra parte, recesiva, por lo que ambos progenitores deben poseerla para transmitírsela a la camada.

Vista esta incompatibilidad, se dieron cuenta de que Kirlee no era un cornish, y se inició un programa de cría individual como raza diferente. Se pudieron encontrar, con el tiempo, otros felinos que portaban la misma mutación que Kirlee y finalmente el devon rex fue reconocido oficialmente como raza en 1967 al alcanzar un número saludable de ejemplares.

Traviesos, vivaces y de aspecto musculoso

Conocidos, por su aspecto, como “el gato duende”, los devon rex tienen una capa muy fina y corta de pelo, pero también presentan subpelo, al contrario que los cornish. Se admiten todos los colores y patrones tanto en pelo como en ojos presentes en el mundo felino. La mutación que provoca su pelo rizado también afecta a la textura, que resulta encrespada y áspera al tacto y que no comparte con ninguna otra raza felina. Requieren pocos cuidados y el cepillado de mantenimiento debe ser suave y con cerdas blandas para respetar el patrón rizado u ondulado natural.

En la convivencia, los devon rex son gatos muy familiares y cariñosos, compatibles con niños y otros animales, que necesitan y disfrutan de un ambiente estimulante que les proporcione la necesidad de ejercicio que requieren.

Para localizar criadores se pueden acudir a asociaciones felinas como la Federación Internacional Felina o a Cat Fancier’s Association. Recordamos que solo a través de organizaciones reconocidas como estas, un criador podrá demostrar que cumple con la legislación y deberá entregar pruebas de salud de sus líneas para garantizar que no padecen enfermedades congénitas. Desde Animaleros proponemos que se valore la adopción responsable de gatos en busca de hogar, como Quinoa, una espectacular gatita sin raza color tortuga tabby point.