Perros

Qué factores influyen en el comportamiento agresivo de los perros

Escala de agresión en perros.
Henar de Pedro

Que un perro muestre comportamientos agresivos es un hecho muy preocupante. Por comportamientos agresivos entendemos ladrar, gruñir, marcar y morder, con mayor o menor gravedad.

Lamentablemente este tipo de comportamientos son uno de los factores principales de abandono; se le echa la culpa al perro porque se supone que es así, agresivo, y no hay nada que hacer.

En un reciente estudio se investigaron las causas asociadas a un aumento de comportamientos agresivos, y se han detectaron varios desencadenantes. Para ello se emplearon más de 9.000 perros de compañía, observando cómo la demografía y el entorno influyen en estos tipos de proceder. Más concretamente, se llevó a cabo un cuestionario online en familias con perros finlandesas centrándose en comportamientos como miedo, impulsividad y ansiedad por separación, entre otros. También incluyeron preguntas relativas a la vida del perro cuando era cachorro y en el periodo actual y compararon los resultados con otros estudios realizados sobre el mismo tema.

Dolor, uno de los desencadenantes

Un hecho innegable es que el dolor, como el provocado por una displasia de cadera, influye en que muestren comportamientos agresivos como ladridos, gruñidos, marcajes o mordidas fuertes. Algunos problemas como la ceguera en perros de avanzada edad, pueden ser también el origen de que el animal se asuste cuando se acerca alguien a quien no ve, se sienta inseguro y aumenta la probabilidad de una respuesta agresiva.

Estado emocional: el miedo

El miedo es la emoción que más se relaciona con este tipo de comportamientos. En un estudio de Dinwoodie, Dwyer, Zottola, Gleason y Dodman. los perros con más miedo y ansiedad provocaron más mordidas que perros más seguros. El comportamiento agresivo suele ser consecuencia del miedo. Los perros con miedo mostraron cinco veces más probabilidad de presentar comportamiento agresivo.

Tamaño, edad y sexo

Los perros de menor tamaño mostraron más comportamientos agresivos que los perros de tamaño mediano o grande. No se observaron diferencias en cuanto a este comportamiento en perros medianos y grandes. Los perros de más edad mostraban más comportamiento agresivo que los jóvenes, y en cuanto al sexo, los perros machos mostraban más comportamiento agresivo que las perras.

Datos demográficos

Los perros que vivían sin compañía de otros perros mostraban mayor predisposición a comportamientos agresivos, así como los perros de familias que nunca habían tenido un perro antes. Según la discusión del estudio, es, probablemente, debido a que una familia experimentada sea más conscientes de la importancia en lsocialización del perro e identifiquen un problema de agresividad en fases más tempranas.

Estos resultados muestran una clara necesidad de formación a las familias sobre lo que implica tener un perro, y mejorar las técnicas de cría de perros.

Antes de adquirir a un can, siempre es recomendable visitar una de las muchas protectoras existentes repletos de animales sin hogar. Pero, si alguien decide tener un cachorro de raza, es fundamental estudiar a fondo el criador. De esta manera evitaremos fomentar la cría indiscriminada de cachorros en condiciones deplorables. 

Los autores del estudio proponen escoger los animales menos temerosos para la cría, ya que hay una fuerte asociación entre miedo-comportamiento agresivo y puede estar relacionado genéticamente. Esto encaja con que el cóctel de neuroquímicos que se segregan en perras con estrés provocado por miedo es transferido al feto por la sangre, de manera que pueden aparecer muchos más problemas emocionales (como miedo o estrés crónico) que un cachorro de una perra estable emocionalmente.

Es innegable que un perro de talla pequeña puede presentar más miedo que uno grande porque vive en un mundo de gigantes, y que un macho sin castrar tiene testosterona, hormona muy relacionada con el impulso reproductivo y la agresividad.

Todos los perros pueden mostrar estos comportamientos de agresión como gruñido, ladrido o mordida e, independientemente del tamaño, deberíamos ponernos en manos de un buen profesional para ayudarles a que no necesiten comunicarse de esa forma. Porque no deja de ser una forma de comunicación que pretende alejar eso que les asusta mayoritariamente, aunque el factor genético o las enfermedades pueden existir y para eso hay medicación (como en daños cerebrales).

Todos los perros tienen un buen motivo para morder, y en nuestras manos está analizar qué les lleva a esa conducta y poner solución. Solución que, dicho sea de paso, nunca es el abandono o la eutanasia del animal.

Bibliografía


  • Mikkola, S., Salonen, M., Puurunen, J. et al. Aggressive behaviour is affected by demographic, environmental and behavioural factors in purebred dogs. Sci Rep 11, 9433 (2021). https://doi.org/10.1038/s41598-021-88793-5
  • R.Dinwoodie, Barbara Dwyer, Vivian Zottola, Donna Gleason and Nicholas H.Dodman. Demographics and comorbidity of behavior problems in dogs. (2019) https://doi.org/10.1016/j.jveb.2019.04.007

Especialista en comportamiento canino y podcaster

Soy ingeniera técnica agrícola y auditora interna de calidad alimentaria especializada en FSC22000. Durante tres años estuve de voluntaria en la protectora Lliga pels animals i plantes, de Barcelona. Desde 2010 me estoy formando y trabajando como educadora canina y adiestradora. Colaboro con protectoras, perreras y centros veterinarios. Me he formado con grandes profesionales como Turid Rugaas y Ian Dunbar. Organizo seminarios de especialización en comportamiento canino en Barcelona, con ponentes nacionales e internacionales. Soy formadora en activo del curso profesional de Educación canina y adiestramiento en L'escola D'Oficis de Catalunya. Mentora de nuevos profesionales. Creadora del podcast "Hablemos de perros". Colaboro escribiendo sobre ciencia aplicada al comportamiento canino en 20minutos desde 2022.

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