China se limitará a vacunar más ancianos pero mantiene su política de cero Covid y reprime a los "folios blancos" con despliegues policiales

La policía controla unas protestas en Hong Kong.
La policía controla unas protestas en Hong Kong.
EFE/EPA/JEROME FAVRE
La policía controla unas protestas en Hong Kong.
China ha desplegado este martes a la Policía en un gran número de ciudades del país para evitar nuevas protestas.
Europa Press

Después de un fin de semana con decenas de manifestaciones en todo el país, las autoridades chinas han decidido cortar de raíz cualquier demostración de disidencia. Este martes las grandes ciudades chinas amanecieron en aparente calma después de que lugares como Pekín o Shanghái se levantaran fuertes medidas de seguridad. Las movilizaciones contra la política oficial de covid cero han provocado grandes movilizaciones y gran repercusión internacional, donde no solo se pide acabar con las restricciones sino que se ha trasladado a otros problemas como la libertad de expresión y se culpa directamente al presidente chino, Xi Jinping.

China ha reaccionado a la protesta aumentando el despliegue policial con la intención de impedir que las marchas se repitieran. En redes sociales como Twitter, prohibida en el país asiático, algunos internautas aseguran que la policía ha estado revisando los teléfonos de los transeúntes para tomar nota de sus identidades en caso de que utilicen aplicaciones vetadas como esa o como Telegram, a las que culpan de estar detrás de las protestas.

Además, las fuerzas de seguridad también han revisando teléfonos en busca de contenidos sospechosos o programas informáticos que puedan utilizarse para eludir la censura en Internet, según informa la agencia DPA, que confirma la detención de ciudadanos en el último día.

Asimismo, no hay todavía al menos concesiones respecto a la política de Covid Cero y el Gobierno ha anunciado que "acelerará" la vacunación de los ancianos, uno de los grupos más vulnerables pero también uno de los más reticentes a inocularse, pero no explicó cómo les convencerá. Los mayores chinos, que no tenían una sensación de urgencia dados los bajos niveles de contagios en el país durante los pasados dos años, no fueron los primeros en ponerse a la cola para recibir la inyección, al contrario de lo sucedido en otros países. Algunos gobiernos locales han ofrecido en los pasados meses cupones de descuento, regalos o incluso dinero en efectivo para convencer a los ancianos de que se vacunen.

En la capital del país, la Policía se ha concentrado en el paseo de Río Liangma, cerca del barrio diplomático, vallando numerosas áreas de la ciudad. Al mismo tiempo, en el centro financiero de Shanghái también se han colocado barreras para impedir que se repitieran las escenas de masificaciones del fin de semana.

Las redes sociales, unidas al hastío generalizado por tres años de restricciones y una generación que cada vez tiene menos miedo a salir a protestar, han popularizado el uso de folios en blanco como símbolo frente a las restricciones a la libertad de expresión. Mediante pancartas con lemas de apoyo a las víctimas de Urumqi -donde diez personas fallecieron en un incendio de un edificio confinado- o críticos con las políticas sanitarias del Gobierno, miles de jóvenes habían salido el fin de semana a la calle para mostrar su descontento.  

De hecho, la polémica por los folios ha provocado que la empresa de papelería M&G tuviese que emitir el lunes un comunicado desmintiendo los rumores que apuntaban a que las autoridades le habían prohibido seguir vendiendo papel A4 para tratar de impedir que continuasen las protestas.

¿Seguirán las movilizaciones?

Mientras en la prensa oficial se mantiene el silencio sobre las protestas, el influyente y polémico comentarista Hu Xijin, exdirector del diario nacionalista Global Times, sí aludió hoy a ellas, aunque aseguró que "la opinión pública se calmará pronto" tras una posible relajación de las restricciones.

A pesar de que todavía no hay ningún anuncio oficial al respecto, el Consejo de Estado (el Ejecutivo chino) ha convocado una rueda de prensa para la tarde de este martes al respecto de las últimas novedades en la lucha antipandémica.

"China no se va a volver caótica o fuera de control", indicó Hu, quien especificó que la tasa de casos graves es actualmente del 0,025 % en el país y agregó: "La mayoría de chinos ya no tienen miedo de contagiarse. China podría escapar de la sombra de la covid-19 antes de lo que se espera".

En su cuenta de Weibo -equivalente chino de Twitter-, Hu se mostró más cauteloso a la hora de expresarse y habló de "los recientes incidentes sensibles", de los que culpó parcialmente a "fuerzas externas", un recurso habitual de las autoridades chinas a la hora de responder a protestas o manifestaciones de descontento ciudadano.

Sin embargo, muchos analistas consultados por Jesús Centeno y Víctor Escribano, corresponsales de la agencia EFE en el país asiático, no creen que China vaya a poner fin a las políticas de restricciones tras las protestas: "Si se abandonan los controles estrictos, se sobrepasaría la capacidad de los hospitales chinos y la tasa de fallecimientos (por covid) sería más alta de lo que los líderes chinos podrían tolerar", indicó la consultora Trivium China.

En opinión de sus expertos, se mantendrán la mayoría de restricciones, pero las protestas sí habrían servido para presionar a los Gobiernos locales y que apliquen las 20 medidas recientemente anunciadas por Pekín para tratar de minimizar el impacto social y económico de las restricciones.

Por su parte, el economista jefe para Asia de la consultora Capital Economics, Mark Williams, cree que la gran pregunta es si las protestas continuarán: "Puede que, tras el fin de semana, haya menos gente dispuesta a salir a las calles. Las áreas donde se produjeron las protestas han sido acordonadas y ha habido algunas detenciones. También ha aumentado la censura en redes sociales. Todo esto podría ser suficiente para que las protestas se diluyan".

Sin embargo, si las manifestaciones continúan, Williams cree que las autoridades podrían optar por una campaña de represión similar a la llevada a cabo en Hong Kong contra las protestas prodemocráticas de 2019, con prohibiciones de reuniones en lugares públicos, detenciones masivas y "medidas legales drásticas contra quienes sean percibidos como instigadores".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento