Cómo limpiar las puertas de madera sin dañar la veta

La madera es uno de los materiales más sensibles a los productos de limpieza que utilizamos en nuestro día a día, por lo que es de especial importancia utilizar productos específicos para evitar que se dañe. En este sentido, las puertas son una parte fundamental del hogar y requieren un cuidado regular pero, ¿cómo se debe hacer para no estropear la veta?

Las puertas son uno de los elementos de nuestro hogar que más se ensucia. Los pomos y los marcos suelen ser un foco de ácaros o gérmenes, por el contacto diario al abrir o cerrar las puertas. Por eso, su limpieza debe formar parte de nuestro día a día.

Alternativas para la limpieza, según el material

El primer paso es retirar con el plumero el polvo acumulado y más superficial, pero hay que tener especial cuidado, porque lo que puede provocar es que se esparza más en lugar de eliminar la suciedad. Una vez realizado este paso, prueba con un paño de microfibra enjuagado con agua y jabón. 

Puede que uno de los pasos más importantes sea el secado, ya que la humedad es uno de los principales problemas que puede afectar a la madera. Por ello, con otro paño seco, retira los restos de jabón hasta que quede completamente seca la puerta, para evitar que pierda su brillo o se agriete.

Puede que sea necesario aplicar un producto específico para las manillas o para los marcos de la puerta, ya que pueden ser de un material específico. Asimismo, el método de limpieza puede ser diferente en función del material de las puertas. Como recoge la revista especializada 'El Mueble', no conviene utilizar productos abrasivos en puertas lacadas porque es un material más delicado que la madera natural. Para este caso, recomiendan la limpieza con alcohol diluido en agua.

¿Y si están muy sucias? En estos casos, recomiendan usar un disolvente universal, que se aplicaría sobre un paño limpio. Otra alternativa es utilizar cera específica para muebles de madera o si hay grasa, uno de los remedios caseros más populares es el uso de polvos de talco, que se retiran posteriormente con una bayeta con agua y jabón.