La campaña que inició en 2020 el Ayuntamiento de Barcelona para reducir el número de motos mal aparcadas sobre la acera en el barrio de la Vila de Gràcia, la zona de la ciudad donde el incumplimiento tenía un "mayor impacto", ha señalado este jueves la concejala de Movilidad, Laia Bonet, está dando sus frutos. Según un balance municipal, en dos años han disminuido un 70,6% las que estacionan incorrectamente, tanto en los espacios peatonales como en la calzada, al pasar de una media de 2.123 al día a 624. El consistorio estima que a diario aparcan en el barrio unas 5.000.
Bonet ha afirmado, asimismo, que en la zona delimitada por las calles Torrent de l’Olla, Travessera de Gràcia, Bailén y Còrsega, la reducción ha llegado al 90%. Además, las quejas ciudadanas por motos mal aparcadas en este barrio han bajado un 45,6% respecto a las que había en 2020. "La gente ha tomado más conciencia de la necesidad de preservar las aceras", ha apuntado la concejala, que ha destacado que el consistorio ha puesto en el centro de sus políticas de movilidad al peatón.
Desde la entidad Catalunya Camina, su presidente, Emeka Okpala, ha celebrado el resultado de la campaña municipal en esta zona de Barcelona, pese a que ha considerado que "aún se ven muchas motos mal aparcadas allí". "Creemos que Gràcia es el distrito donde se han aplicado medidas de forma más seria", ha dicho, y ha pedido que se extienda el mismo control a otras áreas, porque "en el resto de la ciudad hay manga ancha". Según un estudio que presentaron el pasado junio Catalunya Camina y Eixample Respira, el 89% de las motos aparcadas en la acera en la capital catalana se saltan las normas.
La campaña municipal
Para llevar a cabo la campaña municipal, se segmentó el barrio en ocho zonas y se realizaron ocho actuaciones consecutivas en cada una. En cada ámbito, primero hubo una fase en la que informadores explicaron a los motoristas las normativas de aparcamiento y las alternativas a las aceras para estacionar. Luego la Guardia Urbana empezó a colgar avisos en las motos que incumplían las normas y posteriormente se empezó a imponer sanciones (unas 10 al día) y a retirar vehículos con grúas. A continuación, hubo una fase de mantenimiento del control, tanto por parte del cuerpo policial como por parte de agentes del ÁREA de B:SM.
La primera zona donde se intervino fue la delimitada por Travessera de Gràcia, Gran de Gràcia, Diagonal y Via Augusta, con una alta densidad de escuelas. Allí se había llegado a detectar hasta 150 motos aparcadas de manera incorrecta al día.
Durante estos dos años, también se ha reforzado la señalización vertical para estos vehículos en 12 calles de la Vila de Gràcia y se han creado 116 plazas de aparcamiento más en calzada en el barrio.
Asimismo, seis aparcamientos subterráneos del distrito han hecho ofertas a los motoristas (B:SM Gràcia Motos, B:SM Torrent de l'Olla, B:SM Travessera de Dalt, BS:M Plaza Joanic, BAMSA Plaça del Sol y Bamsa Siracusa). Por otro lado, el Ayuntamiento ha instado al Gremi de Garatges a hacer promociones para ellos.
Según el consistorio, en los últimos dos años se ha observado un incremento del volumen de horas de rotación de motos en los estacionamientos de B:SM de Gràcia, al pasar de las 326 a las 1.170. La ocupación media de las plazas para estos vehículos en estos aparcamientos ha sido del 60,42% en 2022.
El concejal de Gràcia, Eloi Badia, ha afirmado que están "muy contentos" con los resultados de la campaña. Ha señalado que "la cultura del puerta a puerta" está muy arraigada entre los motoristas, que habitualmente quieren estacionar junto a la entrada del lugar a donde llegan, y ha subrayado la necesidad de cambiar esta dinámica.
La ordenanza
De acuerdo con la ordenanza de vehículos y peatones, cuando no hay posibilidad de aparcar en la calzada y siempre que la señalización no lo prohíba, las motos pueden estacionar en las aceras si estas tienen más de tres metros de ancho y se cumplen una serie de condiciones.
En aquellas de entre tres y seis metros de anchura se debe hacer en paralelo a las mismas y a más de medio metro de su límite, sin entorpecer el acceso a contenedores, papeleras o parkings. En aceras de más de seis metros, en cambio, la ordenanza establece que hay que estacionar en semibatería y que tienen que quedar un mínimo de tres metros sin obstáculos para el paso, como por ejemplo terrazas de bares.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios