Caos y desigualdad en la atención temprana: "Los mismos neonatólogos y pediatras piden que la gestione Salud, no es un Servicio Social"

  • Los profesionales piden una ley estatal de atención temprana que garantice un acceso universal en todo el país.
Nájera, Alfaro y Santo Domingo de la Calzada contarán con nuevos centros de atención temprana para menores de 0 a 6 años
Un bebé es atendido en un centro de atención temprana.
ARCHIVO/EP
Nájera, Alfaro y Santo Domingo de la Calzada contarán con nuevos centros de atención temprana para menores de 0 a 6 años

"Cada día que pasa sin que se incluya la atención temprana en el sistema nacional de salud se está perdiendo dinero y creando discapacidad y dependencia", así de tajantes son desde PATDI (Plataforma por la Atención Temprana y Derechos de la Infancia), una plataforma creada por padres y profesionales cuyo objetivo es que se garantice el acceso a una atención temprana de calidad a todos los niños que lo necesiten.

En la actualidad, el porcentaje de niños que, ya sea por trastornos graves y crónicos o más leves y temporales, necesitan algún tipo de intervención temprana se calcula que es del 10%. Sin embargo, el porcentaje real de los niños que acceden a una atención temprana es mucho menor, alrededor de un 3%. Además, hay mucha desigualdad, y mientras en algunas comunidades -las menos- se llega a este 10% y es una intervención rápida, en otras, los niños atendidos son apenas el 1% y la espera puede ser incluso de años.

Acabar cuanto antes con estas desigualdades es esencial para garantizar, ya no solo los derechos de los niños, también para minimizar el impacto que tiene no tratar los trastornos del desarrollo de manera prematura: más discapacidad en el futuro.

Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (Ley Rhodes), aprobada el año pasado, incluyó por primera vez en un proyecto de ley de ámbito estatal que se ha de garantizar de manera universal la atención temprana de 0 a 6 años, algo que celebraron familias y profesionales. Sin embargo, un año y medio después, la situación no ha cambiado, pues, como asegura Maya Casbas, psicóloga y miembro de la junta directiva de PATDI, “si no lo dotan de financiación, lo que ha hecho el Gobierno central se queda en una recomendación, porque son las comunidades autónomas las que tienen las competencias”, se queja.

Cómo es el sistema de atención temprana en España

En la actualidad, el servicio de atención temprana en nuestro país es desigual, insuficiente y, en ocasiones, bastante caótico. No hay una red nacional que regule los requisitos para el acceso y cada comunidad se rige por sus propias leyes locales. Así, podemos encontrar comunidades en las que la atención se dé hasta los tres años y en otras hasta los seis, unas en las que el acceso es sencillo, y en otras en las que tienes que hacer mil trámites hasta conseguir una plaza. Esto ocurre, en parte, porque, salvo en Cantabria, en ninguna comunidad depende de Sanidad, sino en general, de servicios sociales, "nuestro referente siempre es Cantabria porque depende de salud y no se tarda más de 15 días en atender a los niños. En el resto, te puedes pasar meses entre trámites burocráticos que se pueden alargar años hasta tener plaza, como en Madrid, o pasarte meses para que lo aprueben distintas administraciones como en Murcia… En otras, como en la Comunidad Valenciana, en la que administrativamente hay mejor acceso y no hay casi lista de espera, la atención es mínima… Hay tal variedad de legislación, de normativa, de falta de calidad de la atención… que es una locura", asegura Maya. 

Según contó la directiva de PATDI, muchas familias se rinden por el camino, o incluso algunas ni siquiera tienen acceso a los trámites por la complejidad del proceso, "en Murcia, por ejemplo, que es donde yo vivo, tienen que pedir un informe al pediatra. Con ese informe tienen que solicitar por ventanilla única que valoren a su hijo y esperar a que la administración conteste que tiene derecho a que lo vea un equipo de valoración. Este equipo le contesta y le da una fecha, que no suele ser pronto porque están saturados. Una vez valorado, se devuelve el informe a la administración y esta vuelve a escribir a la familia para que elija centro. Y después, a esperar la plaza. Así, en este proceso, las familias que se lo pueden permitir llevan a su hijo a un centro privado, y los que no, se quedan fuera, esos niños se quedan sin atención", se lamenta Maya.

las familias que se lo pueden permitir llevan a su hijo a un centro privado, y los que no, se quedan fuera

Pero, ¿por qué la atención temprana no es de más fácil acceso y gratuita? Maya nos explica que todo empezó hace 30 años, cuando "los profesionales empezamos a profundizar sobre el tema con el apoyo de las familias. Entonces no existía la atención temprana como tal, y la gestión estaba en manos de asociaciones de padres que, ante la ausencia de una atención adecuada a los niños menores de 6 años, decidieron crear estas entidades para dar a sus hijos los tratamientos que necesitaban. Desde entonces, la administración ha ido por detrás, y lo que ha ido haciendo son conciertos con esas asociaciones". Por eso, en la actualidad, salvo excepciones, la atención temprana está, básicamente, en manos de entidades privadas que reciben conciertos o un dinero determinado al año por ofrecer a la administración un determinado de plazas públicas, "al final, esto desemboca en que estas entidades estén siempre dependiendo de subvenciones, que tengan profesionales con contratos bastante precarios y que los servicios a las familias muchas veces no sean los adecuados", cuenta.

Si vas al colegio y tienes apoyo de PT y AL, la administración dice que ya no la necesitas, pero esto es erróneo

Además, a esto hay que añadir que todo esto se gestiona a través de tres administraciones distintas: servicios sociales -que son los que gestionan las plazas y trámites como la discapacidad-, salud -que es el que alerta de la necesidad de atención temprana- y educación, porque, además de hacer informes sobre las necesidades de los niños, en muchas ocasiones, los apoyos de PT, AL y orientación que se dan en los colegios se consideran parte de esa atención temprana, por eso la atención temprana es hasta los seis años, cuando comienza la educación obligatoria, "incluso hay comunidades que la frenan a los tres, porque, aunque no sea educación obligatoria, si vas al colegio con tres años y tienes apoyo de PT, AL y orientadores, la administración dice que ya no la necesitas. Pero esto es erróneo, porque la atención son un conjunto de intervenciones que, desde un equipo multidisciplinar, están orientadas a mejorar el desarrollo del niño, no se puede dejar solo en manos de educación, hacen falta logopedas, fisios, psicólogos…", insiste.

Cómo debería ser, según los profesionales

Tanto desde PATDI como Federación Española de Asociaciones de Profesionales de Atención Temprana – GAT, coinciden en la atención temprana debería ser universal, pública y sin esperas en todo el territorio nacional al menos hasta los seis años al menos. Para ello, debe crearse marco legal -y de medios- que garantice que no haya desigualdades de acceso en función del lugar de nacimiento.

Para conseguirlo, además de legislar, desde PATDI creen que debería, por sistema, estar incluida en el sistema nacional de salud, "son los mismos pediatras y neonatólogos, que conocen el desarrollo del neuro desarrollo de sus niños, los que piden que sea Salud, porque eso no es un servicio social, es salud, para el presente y para el futuro, para que los niños se puedan desarrollar las capacidades evolutivas de un niño", reivindica Maya Casbas. También, que esta atención no se frenara a los seis años, "se ha asentado la base de que un niño más allá de los seis años no tiene plasticidad cerebral, y no es cierto. También se pone como excusa que a los seis la enseñanza es obligatoria o que en los hospitales ya hay servicios más especializados… pero nosotros defendemos la atención ‘postemprana’, que la temprana esté tan coordinada con los servicios que lo van a atender después, que se les dé el ‘guion’ y el hilo conductor a seguir en la intervención de los niños después de los seis años. Alguien en el Gobierno tiene que tomar las riendas, porque la atención temprana es salud y se tiene que gestionar desde salud", concluye.

No es un servicio social, es sanitario

Desde GAT abogan por una ley estatal de atención temprana en la que se cree una red de atención temprana distribuida por todo el territorio nacional en la que intervengan sanidad, educación y servicios sociales de manera coordinada. En palabras de José Luis Peña, Presidente de Profesionales de Atención Temprana-GAT, se debería crear "un modelo en el que, al igual que educación tiene sus colegios, y sanidad tiene sus hospitales, las comunidades tengan su red de centros de atención temprana, y que sea pública y universal, y por lo tanto, gratuita. Y dirigida por profesionales con una formación específica, porque los equipos de Atención Temprana son multidisciplinares, y van desde pediatras, neuropediatras, psicólogos, fisioterapeutas, rehabilitadores, trabajadores sociales… y es necesario que todos ellos tengan una formación específica y que estén preparados para trabajar en equipo", asegura Peña. 

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