Engels y Riazán, las dos bases atacadas que abren un nuevo frente en la guerra: así fue el primer ataque lejos del frente

Vía férrea afectada por el ataque, según el gobernador de la región rusa de Belgorod.
Vía férrea afectada por el ataque, según el gobernador de la región rusa de Belgorod.
@vvgladkov
Vía férrea afectada por el ataque, según el gobernador de la región rusa de Belgorod.

Desde fuera la sensación con la guerra en Ucrania es de estancamiento, pero los movimientos no cesan ni siquiera pese al invierno y este lunes han dado un giro más. Un ataque sobre las bases rusas de Engels y Riazán, a 200 y 700 kilómetros de territorio ucraniano y ya dentro de Rusia. "Quiero asegurarles que no se ha producido ninguna emergencia en zonas residenciales de la ciudad. No hay motivos para preocuparse. Ninguna infraestructura civil resultó dañada", explicaron las autoridades prorrusas de una de las regiones, al tiempo que se acusaba a Kiev desde Moscú de tratar de destruir material del Kremlin. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, insinuó por su parte que se podría tratar de una operación especial.

Según explicó en un parte vespertino el general Ígor Konashénkov, el portavoz de Defensa, los ataques fueron perpetrados por drones ucranianos de fabricación soviética. La defensa antiaérea rusa derribó los drones ucranianos "que volaban a baja altura" y se proponían destruir varios bombarderos estratégicos rusos estacionados en sus bases. "A consecuencia de la caída y la explosión de los fragmentos de los drones sobre los aeródromos, dos aviones sufrieron daños insignificantes. Tres militares rusos del servicio técnico que se encontraban en el aeródromo recibieron heridas mortales", añadió Konashénkov. El representante del mando ruso añadió que otros cuatro militares resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados.

¿Son estas bases enclaves estratégicos en la guerra? Lo cierto es que no. Pero sí podrían suponer los movimientos un aviso para Rusia al mostrar que Ucrania tiene capacidad para responder a los ataques. Aunque Ucrania no reivindicó oficialmente el ataque a los aeródromos, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, insinuó en Twitter que estas explosiones podrían ser una respuesta de Kiev. "Si lanzas demasiado a menudo cosas al espacio aéreo de otros países, tarde o temprano objetos voladores desconocidos retornarán al lugar de su partida", tuiteó. Si se confirma la autoría ucraniana, sería el primer ataque de Kiev contra un objetivo enemigo ubicado a varios cientos de kilómetros de distancia de su territorio.

Rusia señaló directamente a Ucrania y respondió con una nueva ola de ataques sobre varias regiones del país invadido, con una batería de misiles que han dejado al menos dos muertos en la región de Zaporiyia y que, según el propio Zelenski, fueron derribados en su "mayoría". Entre las áreas afectadas estarían la capital, Kiev, donde el alcalde, Vitali Klitschko, ha instado a la población a permanecer en los refugios. Klitschko ha asegurado en Telegram que numerosas personas han bajado al metro para protegerse ante posibles bombardeos.

De nuevo, las autoridades han dado por hecho que los ataques tienen como objetivo prioritario la infraestructura energética de Ucrania, lo que se traduce en cortes generalizados. La operadora estatal ucraniana de electricidad Ukrenergo ha informado este lunes de que el país ha registrado un nuevo corte generalizado del suministro eléctrico en el marco de una situación que "sigue siendo complicada" para la población en plena invasión rusa.

Mientras, otro giro relevante se dio cuando hace días el presidente francés, Emmanuel Macron, avisó de que quizás habría que ofrecer a Rusia "garantías de seguridad" el día que decida sentarse en la mesa de negociaciones. Pero por ejemplo Finlandia no está de acuerdo. El ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, fue muy claro: "En la actual situación, lo que necesitamos son garantías específicamente contra Rusia y esto se aplica tanto a Ucrania como a otros países".

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