Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La crítica de Carmen Lomana a 'Y ahora Sonsoles' que envejece muy bien con el paso de las semanas

Carmen Lomana en 'Y ahora Sonsoles':
Carmen Lomana en 'Y ahora Sonsoles':
ATRESMEDIA
Carmen Lomana en 'Y ahora Sonsoles':

Las semanas pasan. Y Ahora Sonsoles sigue manteniendo su estructura inicial. Buena idea, así se anima una rutina en la memoria del espectador. Aunque, quizá, ya hay que empezar a tomar decisiones más visibles para que el formato de Sonsoles Ónega crezca. De hecho, con el devenir de los días e incluso ya meses, va envejeciendo muy bien la inteligente crítica que hizo Carmen Lomana al programa desde dentro: "Para dar el paseillo no vengo", fue la queja que Lomana soltó en directo a Sonsoles. "A mí me gustaría venir desde el principio, hablar, porque creo que tengo el suficiente criterio", añadió. Y no volvió al programa. A priori podría parecer una pataleta ególatra, pero en realidad esconde un ejercicio de empoderamiento que dentro y fuera del programa debería hacer pensar.

Porque 'Y Ahora Sonsoles' habla de determinados temas con unos contertulios a los que, después, se añade una colabora, siempre mujer, que aparece en plató realizando una entrada efectista bajo la sobreimpresión a toda pantalla del título de la sección: "la vida es bella". El punto disruptivo de que aparezcan por una puerta las incorporaciones puede estar bien para desengrasar y dotar de ritmo televisivo, pero el 'paseillo' que definió Lomana deja entrever un micromachismo tan intrínseco que ni siquiera el equipo 'Y ahora Sonsoles' se está percatando de que está ocurriendo en su programa.

Porque el paseíllo sólo lo hacen un estereotipo de colaboradoras. El programa cuenta con varias prescriptoras desde el principio, pero el paseíllo corre a cargo de rostros como Mar Flores o Fabiola Martínez que ejercen la aparición a modo desfile para, supuestamente, después desarrollar temas más sociales. Que se vea su belleza bajo el título "la vida es bella". Como si fuera la cuota de lo liviano, lo femenino, el complemento bonito que queda bien en plano porque da color con una sonrisa. Pero una mujer no es un bolso. 

La entrada sería más lógica si aparecieran todos los protagonistas del espacio de forma intercambiable. ¿Por qué desfila Valeria Vegas y no Olga Viza? Las dos son periodistas con una mirada interesante, moderna y constructiva de la sociedad. De hecho, Vegas da la vuelta al desfile con su ingenio. También lo hace, de otra manera, Fabiola Martínez.

Pero da la sensación que 'Y ahora Sonsoles' provoca ese momento como regresando a aquella televisión en la que la audiencia comentaba los vestidos de las chicas cuando cumplían unos requisitos estéticos de la varieté. Probablemente, esa elitista diferenciación de estatus entre los colaboradores es lo que molestó a Lomana: hay colaboradores de calado y, luego, hay otras que salen un poquito para, después de ejercer el destile, centrarse en lo amable. Porque no se pueden pringar en otras materias, no vaya a ser. 

¿Por qué no hacen el paseíllo todos? ¿No quedaría tan bien? ¿Hay un juego de palabras que busca un símil entre la mujer que entra y el nombre sobreimpresionado de 'la vida es bella'? Los gestos nos definen, los gestos nos ayudan a avanzar. Incluso los gestos nos enfrentan a que no hemos evolucionado tanto como pensamos en la búsqueda de la sociedad igualitaria en la que vivimos, a ratos.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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