Cómo abrigarse para no pasar frío: los científicos tienen el truco definitivo

La llegada del mes de diciembre ha traído consigo el descenso generalizado de las temperaturas y una inestabilidad meteorológica que a algunas personas les afecta en gran medida a la hora de tener que salir a la calle en invierno. 

Por ello, conviene seguir algunos consejos y recomendaciones para abrigarse adecuadamente, para evitar pasar frío extremo en la calle, algo que han demostrado algunos estudios científicos. 

El frío que se pierde por la cabeza

En primer lugar, hay que saber que la cabeza no es la parte del cuerpo por la que se pierde más calor,  ya que eso depende de la superficie corporal. La cabeza solo ocupa un 9% de superficie corporal, así que más o menos esa es la proporción de calor que se pierde por ahí.  

Sin embargo, esos estudios que demuestran que el calor que se pierde por la cabeza no es mayor que el de otras partes del cuerpo que ocupen mayor superficie, también reconocen que es una de las zonas que se suele llevar a la intemperie incluso en invierno. 

De este modo, los expertos afirman que la sensación de pérdida de calor por la cabeza es mayor, ya que el resto del cuerpo suele ir cubierto, al menos, con una capa de ropa. De este modo, los gorros pueden ser de mucha ayuda para evitar tener esa sensación de frío en la cabeza y cubrirla al igual que se hace con el resto del cuerpo.

Varias capas de ropa fina

Al igual que está demostrado lo anterior, también es importante saber que hay investigaciones que afirman que ponerse varias capas de ropa fina es más producente para evitar el frío que ponerse una sola capa gruesa. 

Esto es debido a que poner una capa encima de otra ayuda no solo a evitar que entre el frío, sino a mantener una sensación térmica más estable y duradera, tal y como indican desde Xataka. 

La actividad física

Esta es quizás la forma de entrar en calor y huir del frío más conocida y aceptada también por al ciencia. De hecho, para nadie es un secreto que, en situaciones de frío extremo lo mejor que se puede hacer es mantenerse activo físicamente.

Esto se debe a que la actividad física aumenta la temperatura corporal de manera natural. Sin embargo, hay que evitar que se produzcan mecanismos como la sudoración, que lleva precisamente a todo lo contrario, al enfriamiento del cuerpo.