Gobierno y comunidades ratifican el retraso  de la nueva EBAU a 2028 con el rechazo de las autonomías gobernadas por el PP

El Gobierno y las comunidades autónomas han hecho efectivo el acuerdo alcanzado en la comisión técnica del pasado 2 de diciembre y por el cual se decidió prorrogar un año la implantación del nuevo modelo de prueba de acceso a la universidad. Así, la nueva EBAU en la que viene trabajando el Ministerio de Educación se irá implantando progresivamente, como se planeó, pero en lugar de aplicarse el examen definitivo en 2027, se hará en 2028. 

La decisión se tomó a petición de algunas autonomías y del propio departamento de Pilar Alegría, que considera que esta opción le concede más margen de tiempo para avanzar en las negociaciones con la comunidad educativa e ir analizando año a año los efectos de los cambios que incorpora el nuevo modelo. Así, la moratoria se ha oficializado finalmente este martes en una Conferencia Sectorial de Educación, según ha valorado el secretario de Estado, José Manuel Bar, "muy positiva" y en la que ha primado un tono "muy cordial" por parte de todos los consejeros del ramo.

La propuesta inicial de la nueva EBAU planteaba un periodo transitorio de aplicación, por fases, desde el curso 2023-2024 hasta el de 2026-2027. Hasta 2026, se sugirió una prueba dividida en cuatro ejercicios (con una ponderación del 25% cada uno): uno sobre una asignatura de modalidad elegida, otros dos de las comunes de Historia de Filosofía e Historia de España, y el cuarto ejercicio con el que se pretende evaluar la madurez académica. Y, una vez, llegados a 2027, el plan era aplicar ya la prueba definitiva para que el ejercicio de madurez pase a absorber el grueso de la nota (75%) y sustituya las materias comunes. 

Sin prueba de madurez en 2024 

Pues bien, con esta prórroga, los plazos cambian. En primer lugar, para el examen que ya se hará en junio de 2024 según el nuevo modelo, se descarta introducir la prueba de madurez y los alumnos se examinarán manteniendo el modelo actual de la fórmula materia-examen. 

"Aunque cada materia irá incluyendo el carácter competencial que deseamos que vayan teniendo las pruebas de la EBAU", ha detallado el número dos de Pilar Alegría. Sobre este modelo ya se sabrán todos los detalles en el verano de 2023, para que el profesorado pueda ir preparando el temario que dará en el próximo curso a los alumnos de Bachillerato que ya tengan que examinarse con el nuevo diseño.

De 2025 a 2027 sí que se irá aplicando ese modelo fijado para la fase transitoria (tres ejercicios de materias y uno de madurez), y no será ya hasta junio de 2028 cuando se implante definitivamente y de forma íntegra la nueva EBAU, aunque también modificada respecto a la propuesta inicial, pues la prueba de madurez contará un 60% de la nota final (y no un 75% como estaba previsto). 

El secretario de Estado de Educación también ha querido aprovechar para poner en valor el trabajo que vienen realizando los diversos grupos de trabajo establecidos para diseñar las nuevas pruebas de acceso a la universidad, y defenderse así de las críticas que han recibido por parte de la comunidad educativa y diversas instituciones como la RAE, el IEC, la Red Española de Filosofía y los coordinadores del examen de Lengua Castellana y Literatura. "Estos grupos están formados por especialistas propuestos por las propias comunidades. Son profesores de Secundaria, de Bachillerato y de la Universidad, algunos de los cuales son coordinadores de las pruebas de acceso en sus comunidades", ha subrayado. 

Las cinco comunidades del PP rechazan la propuesta

Una de las voces críticas, de hecho, proviene del Partido Popular, que rechaza frontalmente la propuesta del Gobierno y defiende una prueba única en todo el territorio nacional. Ya tras la reunión técnica de primeros de diciembre, Génova lanzó un comunicado anunciando la ruptura con el Ministerio de Educación. "Abandonar las mesas de trabajo que tienen margen todavía de acuerdo, que están siendo fructíferas (...) no muestra voluntad de diálogo", ha reprochado, antes de añadir que la postura del PP refleja una "voluntad de imposición".

En ese sentido, Bar Cendón ha recordado que cuando el PP estaba en el poder, no modificó la prueba pese a tener oportunidad con la promulgación de la LOMCE, también conocida como 'Ley Wert'. "¿Por qué? Porque sencillamente esa prueba única es inviable jurídicamente", ha apostillado. De aplicarse un único examen igual en todas las comunidades, ha explicado, se estarían vulnerando las competencias de las comunidades autónomas, que, según la ley, tienen potestad de decidir el 40% de sus currículos educativos (el 50% en las autonomías bilingües). 

Además, la postura de las cinco comunidades del PP -Madrid, Castilla y León, Murcia, Andalucía y Galicia- pasa por partir de cero. Según ha manifestado el consejero madrileño, Enrique Ossorio, los populares han exigido al Gobierno central que la nueva EBAU se elimine "definitivamente" y que se reinicie todo el proceso de elaboración y diseño de las pruebas. "No vamos a ser copartícipes de una prueba que no arregla el problema fundamental, que es la igualdad de oportunidades de los alumnos en España", ha defendido. 

El conselleiro de Galicia, Román Rodríguez, ha recordado las críticas que está suscitando el examen propuesto. "Estamos en un momento ya sin retorno", ha lamentado Rodríguez, quien ha afeado que no se haya tenido en cuenta la opinión de las comunidades del PP, cuando en esos territorios "se educan aproximadamente el 50% de los jóvenes de España"

Por su parte, la consejera Castilla y León, Rocío Lucas, ha insistido en la petición de retirar el proyecto para dar pie a que puedan sentarse a "hablar de cómo se puede implementar una prueba única para todo el territorio nacional". "No queremos ser cómplices de un proyecto que ahonda más en las diferencias del sistema educativo y universitario entre las distintas comunidades autónomas", ha aseverado.

Pero el Ejecutivo descarta también esta opción. "¿Qué hacemos con todo el trabajo avanzado?, ¿significaría alcanzar el consenso? Porque eso tampoco está garantizado. Y porque esto introduciría una incertidumbre que es precisamente lo que hemos querido evitar", ha concluido el secretario de Estado de Educación.