Ha sido en mitad de la vorágine que a Kate Middleton le ha tocado celebrar una de sus noches más mágicas del año. Es cierto que el gran público no lo podrá ver hasta el día de Nochebuena, pero ya sabrán en lo que tienen que fijarse: cómo la familia real británica arropa a la princesa de Gales y hacen piña entre todos tras los últimos ataques del príncipe Harry y Meghan Markle en la segunda parte de su docuserie para Netflix.
La esposa del príncipe heredero Guillermo ha sido la encargada, por segundo año consecutivo, de organizar y dirigir el tradicional concierto de villancicos de Navidad que tiene lugar en la abadía de Westminster, si bien la diferencia es que el anterior estaba consagrado a quienes combatieron la pandemia y el de este año, como no podía ser de otra forma, a Isabel II y "los valores que demostró en vida", como decía el comunicado que difundió hace unas semanas el palacio de Kesington.
Pero a pesar de los momentos álgidos de la noche que con tanto mimo había preparado Kate, con la presentación de Catherine Zeta-Jones, con el coro de la abadía cantando famosos villancicos, acompañados en alguna ocasión de los cantantes Craig Thomas, Alfie boe y Mel C, y las lecturas del propio príncipe Guillermo y los actores Kristin Scott Thomas y Hugh Bonneville, todas las miradas han estado y estarán puestas en La Firma al completo.
A diferencia del año pasado, donde se puso como excusa el coronavirus, en esta ocasión casi todos los altos miembros de la monarquía británica han estado presentes para así dar una imagen de unidad ante la denuncia del príncipe Harry y Meghan Markle sobre lo difícil que fue para ellos salir de la monarquía tras la cumbre de Sandringham.
Así, no faltó el rey Carlos III de Inglaterra ni su esposa, la reina consorte Camila, y el príncipe Guillermo acudió junto a sus dos hijos mayores, el príncipe George y la princesa Charlotte, yendo además los cuatro con juntados en los colores de los abrigos, los trajes y las corbatas.
Un intento de mostrar unidad ante las declaraciones de Harry y Meghan en las que han ajustado cuentas y dicho nombres concretos. "Fue aterrador que mi hermano me gritara y mi padre dijera ciertas mentiras", asegura en un momento dado el príncipe Harry. Ante ello, Kate Middleton ha propuesto que el espíritu de la Navidad reine sobre todos. Habrá que descubrir próximamente cómo le sale la jugada.
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