Las autoridades de Rusia han destinado a la ciudad de Mariúpol, en la anexionada región de Donetsk, a un grupo de antidisturbios de San Petersburgo con el objetivo de ponerle freno a una nueva oleada de protestas en contra del gobierno prorruso.

Según ha detallado en su canal de Telegram el asesor del alcalde de Mariúpol, Petro Andryushchenko, las unidades antidisturbios de San Petersburgo patrullan ya por las calles de la localidad ante un caso de "protestas masivas".

Mariúpol fue desde los primeros compases de la guerra, un escenario de intensos enfrentamientos entre Rusia y Ucrania. Finalmente la ciudad cayó en manos de Moscú, que ahora trata de hacer de Mariúpol una suerte de centro de logística militar, según Ukrinform.

Ucrania asegura que Putin prepara una gran ofensiva para Año Nuevo

Frentes de batalla

Mientras en Mariúpol continúan las protestas, otras regiones tampoco están corriendo mejor suerte. Este viernes Ucrania ha denunciado que Rusia está destruyendo los edificios que encuentran a su paso en la región del Donbás. Los bombardeos indiscriminados de las tropas del Kremlin están atacando sin piedad a civiles, que no encuentran refugio donde cobijarse. 

Además, la armada rusa sigue debilitando el sistema ucraniano mediante el ataque a la infraestructura energética del país. El portavoz militar de Kiev ha catalogado este ataque como "uno de los más grandes desde el inicio de la invasión". 

Kiev, a oscuras

Kiev, a oscuras: los ataques de Putin sobre las centrales eléctricas obligan a los ciudadanos a salir a la calle con linternas

En la capital ucraniana, la situación tampoco está mucho mejor. En Kiev han comenzado a caer las primeras nevadas del año, dando lugar a temperaturas gélidas, por debajo de los -8ºC. A esto hay que sumarle los problemas derivados del conflicto, pues en el centro del país, los bombardeos rusos también se están centrando en las centrales eléctricas. 

Los últimos ataques han puesto en apuros al pueblo ucraniano que están encontrando dificultades a la hora de encontrar a algunos productos básicos como la calefacción, comida, incluso medicamentos. Además, en algunos lugares de la ciudad, la única iluminación que existe son las linternas de los viandantes.