Madrid

La teleasistencia de Madrid cuidará también a los mayores fuera de casa con un 'smartwatch'

Una pareja de ancianos camina por la calle cogida de la mano en Madrid
A. Perez Meca

El servicio de Teleasistencia cruza el umbral de las viviendas madrileñas. Gr­­acias a un reloj inteligente, que funciona con geolocalización, los mayores de 65 años podrán recibir atención remota ante cualquier situación de emergencia. Si se caen o se desorientan por la calle, solo tendrán que pulsar el botón SOS que aparecerá en una pantallita en sus muñecas. Y un operario de la red municipal acudirá al rescate para preguntarles cómo se encuentran, ofrecerle instrucciones o incluso  llamar a una ambulancia si fuera necesario. 

Es una­­ de las grandes novedades del nuevo contrato de Teleasistencia que será aprobado este jueves en la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid para entrar en vigor a principios de junio del año que viene. "En la actualidad son 145.000 usuarios, pero con estos avances tecnológicos vamos a llegar a un 20% más", comenta Pepe Aniorte, el delegado del Área de Familias sobre el que considera "el mejor servicio de cuidado de personas ancianas de Europa". 

Llevan dos años trabajando en él, tomando ideas de cómo gestionan el cuidado de los mayores las empresas más punteras de Suecia o Noruega, países a la vanguardia en estos servicios. Y aplicarán alguna de ellas, como la supervisión del domicilio con pulseras de elaboración de patrones de actividad, detectores de caídas, dispositivos de presencia y detectores de gas y humo. Asimismo, el servicio informará a los usuarios de actividades de ocio a su alrededor frente a la soledad no deseada, talleres frente a la brecha digital y programas de estimulación física y cognitiva.

El servicio costará lo mismo que hasta ahora, de 3 a 9 euros al mes, dependiendo de la situación económica del demandante. El resto saldrá de las arcas municipales, de las que se extraen 128 millones de euros repartidos en los cinco años que dura el pliego. 

El nuevo servicio podrá recordar a los mayores que tienen que tomar su medicación o acudir a un cita médica"

De todas formas, escoger el reloj, una pulsera o continuar con la famosa medalla del 'botón rojo' (solo hábil en casa) será totalmente voluntario. Los mayores seguirán disponiendo de un servicio de atención permanente, las 24 horas del día, todos los días del año, al que se suma ahora la opción de videollamadas.

Una app con Inteligencia Artificial 

Toda la información que recopile el reloj, tal como la tensión arterial del usuario, el pulso o su la calidad del sueño, se subirá a una aplicación móvil que podrán consultar, si tienen permiso, los familiares del portador. Esta plataforma estará conectada con otras de carácter médico de manera que, a futuro, el médico pueda contar con más información para el historial clínico del paciente. A corto plazo, esta interconexión podría servir para recordar a los mayores que tiene que tomar un medicamento concreto o asistir a una cita médica marcada en su agenda. 

 Dejar de abrir la nevera durante varios días puede indicar un problema"

Pero hay más prestaciones. "El nuevo servicio trae sensores, en forma de pegatinas, para colocar en todas las estancias de la casa y así recopilar información sobre la conducta de los mayores", explica Natalia Masegosa, jefa de departamento de los servicios de ayuda a domicilio. Son adhesivos en la nevera, en la puerta de casa o en un cojín para detectar posibles cambios en la rutina de los mayores.

"Si tu madre o abuela abre todos los días la nevera para coger un brick de leche a una hora concreta y durante unos días deja de hacerlo, puede que haya un problema. A nosotros nos salta una alarma y nos ponemos en contacto con la persona para descubrir qué puede ocurrir", explica Masegosa. "O una persona se empieza a levantar hasta siete veces por la noche, cuando antes solo lo hacía una", ejemplifica Aniorte. 

"Es un gran cambio de lo analógico a lo digital", dice Lucrecia Adeva, directora general de Mayores, sobre los más de 320.000 equipos que incorporará la 'Nueva Teleasistencia'.  Esto llevará un proceso de aprendizaje para las personas ancianas, pero también para las familias cuidadoras. A todos ellos se les ofrecerán formación online y presencial, así como una comunidad virtual de apoyo mutuo o, si fuera necesario, atención y apoyo psicológico. Todo, prestado, por un equipo de profesionales que "ha sido reforzado" para adaptar la asistencia remota de la ciudad de Madrid al siglo XXI. 

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