El CGPJ se reúne este martes para tratar de designar magistrados del Constitucional y esquivar así la reforma del Gobierno

Los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se reunirán este martes para tratar de aupar a dos magistrados al Tribunal Constitucional (CGPJ). Después de más de tres meses de negociaciones frustradas, los vocales acometen hoy el segundo intento de elección de candidatos, en un Pleno que solicitó el bloque conservador al conocer que el Gobierno impulsará de nuevo la tramitación parlamentaria suspendida para forzar la renovación del Constitucional. 

El sector conservador, que ha bloqueado la renovación durante todo este tiempo, propondrá a los magistrados César Tolosa y María Luisa Segoviano. Los progresistas presentarán la candidatura de José Manuel Bandrés, que anunciaron hace ya meses y los conservadores quieren evitar a toda costa. 

El pasado 20 de diciembre, la primera votación de magistrados resultó frustrada, pero ahora ha cambiado una de las propuestas, la de Segoviano en sustitución de Pablo Lucas. Ese día, el vocal conservador Enrique Lucas tuvo que abstenerse por ser hermano de este candidato. El bloque conservador trató de provocar la abstención de otra vocal, Clara Martínez de Careaga, lo que habría bajado el quórum necesario para nombrar candidatos.

La razón es que Martínez de Careaga es la esposa de Cándido Conde-Pumpido, miembro del Tribunal Constitucional. En tanto que los magistrados nombrados por el CGPJ participarán de la elección del nuevo presidente del Tribunal Constitucional (puesto al que postula Pumpido), el bloque conservador del Consejo considera que Martínez de Careaga no es imparcial. "Estaría eligiendo a los candidatos que deben nombrar a su marido", alegaron los conservadores el pasado martes. 

Pero la vocal se quedó en la votación y el quórum se mantuvo en 11 votos. Las propuestas conservadoras, Pablo Lucas y César Tolosa, obtuvieron 10 votos, por lo que no pudieron ser nombrados. Ahora que el Gobierno ha impulsado su plan B para renovar el TC desde el Parlamento, aplicando un cambio en el modelo de elección de magistrados por parte del Consejo General del Poder Judicial, los vocales conservadores vuelven a apresurar la renovación del órgano.

Dos nombres para imponer sus candidatos

La sustitución de Segoviano por Lucas será el principal cambio de cara a la segunda votación que realiza el CGPJ, en tanto que el vocal Enrique Lucas ya no tendrá que abstenerse. Esto podría propiciar que tanto Segoviano como César Tolosa obtengan los 11 votos necesarios para que sus nombramientos salgan adelante. 

Esto implica que el bloque conservador del CGPJ quiere forzar la designación tanto del candidato de su ideología como del progresista, algo que no había ocurrido nunca antes cuando al órgano de gobierno de los jueces tiene que proponer magistrados del Constitucional. Hasta ahora, los aspirantes que eran planteados por uno y otro bloque eran respetados y no se intentaban imponer candidatos. En esta ocasión, debido a la mayoría conservadora que impera en el Consejo debido al bloqueo político para su renovación, la designación de magistrados para el TC podría prosperar, pero con los dos nombres que propone uno solo de los bloques ideológicos. Si esto ocurre, los conservadores habrían conseguido además su objetivo de esquivar la reforma del Gobierno.

Esta reforma fue la que el Ejecutivo trató de impulsar presentando varias enmiendas a la ley de reforma de la sedición. Estos textos afectaban tanto a la ley orgánica del Tribunal Constitucional como a la ley orgánica del Poder Judicial, y establecían varias cosas: poner una fecha límite para que los vocales del CGPJ nombren a dos candidatos del Constitucional; abrir la puerta a responsabilizarles penalmente si no lo hacen; cambiar el modelo de elección a través del cual se ejecutan estas votaciones, y eliminar el requisito de que el propio TC dé el visto bueno a los nuevos magistrados.

El PP presentó un recurso de amparo ante el propio Constitucional y solicitó la aplicación de medidas cautelarísimas, que suponen la suspensión inmediata de la tramitación legal de las enmiendas. El tribunal estudió el recurso y lo admitió a trámite, aplicando también las cautelares, lo que impidió al Senado votar la reforma la semana pasada. Ante esta situación, la Cámara Alta interpuso un segundo recurso, también ante el tribunal de garantías, solicitando que se levantara la suspensión y se rechazase el recurso del Partido Popular. 

Al texto del Senado se adhirieron la Fiscalía, el Congreso y Unidas Podemos, pero el Constitucional lo desestimó y el Senado aprobó la supresión de la sedición y la reforma de la malversación sin incluir en el texto las enmiendas del Gobierno. Ahora que el Ejecutivo pretende forzar la renovación tramitando una proposición de ley en el Parlamento con esas enmiendas suspendidas, los conservadores del CGPJ tratarán de renovar el Constitucional y esquivar dicha reforma este mismo martes.