Claudia Tecglen Psicóloga, emprendedora social y conferenciante
OPINIÓN

Suicidio y discapacidad: una dramática realidad silenciada

El estigma que rodea a las personas con discapacidad intelectual provoca que muchas personas prefieran no relacionarse con ellas.
La discapacidad es un factor de riesgo para el suicidio.
GTRES
El estigma que rodea a las personas con discapacidad intelectual provoca que muchas personas prefieran no relacionarse con ellas.

La realidad se visibiliza con datos y estos arrojan una realidad sobre el suicidio en España preocupante. Ahí van unas cifras: en 2021, según los datos publicados por el INE el 19 de diciembre de 2022, han fallecido por suicidio 4.003 personas en España, 11 personas al día aproximadamente; un 75% de ellas varones y un 25% mujeres. Esto convierte a 2021 en el año de máximos históricos en suicidios en España, que se convierten en la principal causa de muerte no natural.

Al suicidio no se llega de un día para otro. La persona que finalmente comete el acto deliberado de matarse ha pensado y planificado su suicidio y, probablemente, haya pasado también por alguno o varios intentos fallidos. Todo suicidio empieza por un intento.

Existen ciertos signos de alarma que son verdaderos gritos de petición de ayuda. Así, debemos estar alerta ante: expresiones verbales como "la vida es una mierda", "mejor acabar con todo", "me gustaría dormirme y no despertar jamás". Y también si se produce un cambio radical en los comportamientos de la persona, se aísla o sufre anhedonia o apatía (no disfruta con nada).

La única verdad esperanzadora sobre el suicidio es que todos podemos trabajar para pararlo

La única verdad esperanzadora sobre el suicidio es que todos podemos trabajar para pararlo a nivel individual, familiar, educativo social e institucional. El suicidio, como los virus, es algo que nadie desea, pero que a todos nos puede tocar muy de cerca. Por ello, debemos asegurarnos de ser más comprensivos, construir una sociedad inclusiva para que nadie se quede atrás, estar atentos a los signos de alarma y tomárnoslos muy en serio. Es vital acudir a los profesionales de salud mental.

Es necesario crear un Plan Nacional de Prevención del Suicidio y una Red de Apoyo y de Acompañamiento accesible a todos los ciudadanos, sin olvidarnos de la investigación, con el objetivo de desarrollar modelos predictivos más eficaces.

Tal y como refleja El suicidio en las personas con discapacidad en España, primer estudio sobre este tema en España realizado por ILUNION Accesibilidad para CERMI y el Real Patronato de Discapacidad en 2021, la discapacidad es un factor de riesgo. Y lo es por varios motivos, entre los que destacan: la dificultad de participación social, la falta de accesibilidad universal, la baja autoestima, la soledad no deseada o el estereotipo con el que tenemos que lidiar todos los días, no somos superhéroes, pero tampoco ‘pobrecitos’.

La discapacidad es un factor de riesgo. No obstante, también existen factores que protegen

Es cierto que la discapacidad es un factor de riesgo. No obstante, también existen factores que nos protegen y que deben configurarse desde la familia y la escuela: construir un apego afectivo sano, fomentar la autoestima y las habilidades sociales, la interacción con iguales, formar parte de asociaciones… Insisto, es vital que creemos una sociedad comprensiva, amable e inclusiva que nos recuerde que somos únicos e irrepetibles y que nos permita desarrollar nuestro máximo potencial.

Si eres tú quien ha perdido la ilusión por tu propia vida no quiero terminar este artículo sin dirigirme a ti. Por favor, pide ayuda a quien sea, pero pide ayuda. Recuerda que no es lo mismo estar solo que sentirte solo. Ahora mismo no ves salida, pero te garantizo que tienes más salidas que el Metro. No te conozco, o a lo mejor sí, nos sorprendería averiguar cuantas personas que conocemos piensan que su única salida es acabar con su vida. Pero tanto si te conozco como si no, estoy segura de que hay personas que te quieren, que vales tu peso en oro aunque ahora te sientas como una mierda… 

¿Te puedo confesar algo? No eres la única persona que ha sentido que está sola, que su vida no vale nada. Yo misma en mi adolescencia me sentí así. ¡No me imaginaba todos los momentos felices que me esperaban y los que me quedan! Así que, recuerda, con ayuda, hasta del momento más oscuro se sale.

¿Me permites hacerte un regalo para que leas estas fiestas y recuerdes que no estás solo y que es lógico sentir miedo? Si te gusta leer, no puedes perderte el cuento No tengas miedo, cuentas conmigo, de descarga gratuita y que he escrito con mucho cariño.

Dejo para los lectores una lista de recursos por si los necesitan. Pedir ayuda no es de cobardes sino de valientes.

Enlaces de interés:

En este momento, sin sustituir, de modo alguno la atención presencial, es un gran recurso que facilita el aprendizaje de estrategias para plantarle cara a la discapacidad y que no sea la protagonista de nuestra vida.

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