Las campanadas de la Preysler

Para campanada la que han dado este año antes de tomar las uvas Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. El anuncio de la separación, vía exclusiva y portada de la revista Hola, nos ha cogido a todos por sorpresa. Nada se había filtrado y ningún rumor previo había puesto sobre la pista de las desavenencias de la pareja que llevaba ocho años exhibiendo su felicidad en las páginas de la prensa rosa.

No ha habido comunicado conjunto. Las explicaciones, pocas y muy bien medidas, las da Isabel en solitario, quien habla de celos infundados que llevaron al escritor a abandonar la casa, cosa que, ahora también sabemos, ya había hecho en otra ocasión y por el mismo motivo.

Mario volvió a su piso del centro de Madrid y ella puso rumbo a Miami donde la esperaban algunos de los hijos y nietos de su extensa familia. La decisión está tomada y a estas alturas de la vida y con la amplia experiencia que acumulan en sus espaldas no parece que se trate de una simple riña de enamorados, aunque ese asunto de los celos tenga connotaciones de amores juveniles.

Mario Vargas Llosa se fue de la casa de Isabel Preysler y no quiso volver con ella

Lo que está claro es que con el fin de año cierran un ciclo y que la manida frase "año nuevo, vida nueva" para ellos será más real que nunca. Las doce campanadas que marcan el inicio de 2023 vendrán para ellos, y para todos, cargadas de simbología. Es el momento de expresar los mejores deseos y de poner de nuestra parte para que se cumplan. Feliz Año Nuevo.