Noemí Ungría se dio a conocer en 2002 por su participación en la tercera edición de Gran Hermano. La catalana fue la primera expulsada del reality apenas una semana después de comenzar su aventura. Desde entonces, la vida de la por entonces esteticista ha cambiado mucho.
Noemí ahora tiene 50 años, dos hijos, está casada y vive en un pueblo cerca de Barcelona. Además, gracias a su trabajo goza de una vida acomodada. Y es que, tras su salida del programa, se convirtió en una de las personas más famosas del momento.
La mujer siempre lo tuvo claro, quería ser famosa y ganar dinero para ayudar a su familia. Así pasó por los platós de Telecinco, no sin antes tener un romance con Raquel Morillas con la que llegó a casarse. Tras su divorcio se convirtió en una de las figuras más buscadas por los reporteros del corazón. De hecho, en 2009 se casó con el paparazzi Enric Bayón, el padre de sus dos hijos Chloé y Eric.
Tras las idas y venidas televisivas, ahora cuenta con más de 30.000 seguidores en Instagram. A día de hoy trabaja en el mercado de productos para adelgazar, y lo cierto es que le va muy bien. Al mes la catalana logra ganar más de 10.000 euros. Todo comenzó gracias a la pandemia. Tanto ella como su marido engordaron, por lo que intentó volver a su figura anterior optando a productos para adelgazar.
Fue su amiga y compañera de reality Patricia Ledesma quien le recomendó los productos que ella misma vendía. Gracias a esto comenzó a montar su propio negocio. Pero no solo para adelgazar, Ungría ha aumentado su catálogo a robots de cocina y cosméticos que ella misma pone a prueba en directos que retransmite en sus redes sociales.
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