Aunque muchos de los espectadores creyeron que el príncipe Harry y Meghan Markle habían abierto las puertas de su casa para rodar en ella el documental que tanto ha dado de que hablar, no es así.
El espacio que utilizaron para ello es una mansión que está incluida en la lista Top Ten Real Estate Deals y su oferta de venta alcanza los 33,5 millones de dólares (unos 31,3 millones de euros).
De estilo mediterráneo y construida en 2006 de manera sostenible en una superficie de 1.200 metros cuadrados, su propietario es el empresario y activista ecológico Mark Schulhof.
La vivienda se compone por seis dormitorios, entre los cuales hay una suite, siete cuartos de baño, gimnasio, sala de cine, biblioteca y piscina, además de tener vistas al mar y a la montaña.
El salón es la estancia más llamativa de la mansión. Cuenta con muebles blancos que aportan espacio y luminosidad a la sala, una lámpara de araña, un piano de cola y está conectado con una terraza exterior. Según estos detalles, esta zona sería el escenario principal del documental de los duques de Sussex.
Cierto es que esta vivienda está ubicada muy cerca de la que sí es propiedad del matrimonio. Exactamente a nueve minutos en coche. La mansión de la que son propietarios Meghan y Harry se compone de nueve habitación y está valorada en 14,65 millones de dólares (unos 13,71 millones de euros).
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