Madrid cumple por primera vez las normas de calidad del aire de la Unión Europea

Los madrileños respiran el mejor aire desde que existen registros en la ciudad. La capital cumplió en 2022 por primera vez los requisitos de calidad del aire que estableció la Unión Europea en 2008 y que entraron en vigor a partir de 2010. Durante la última década, tanto Madrid como Barcelona se habían saltado estas normas "sistemáticamente", lo que llevó al Tribunal de Justicia de la UE a condenar a España el pasado 22 de diciembre. Los datos que presenta ahora el Ayuntamiento podrían ahorrarle pasar por caja ante una multa millonaria casi asegurada por parte de Bruselas.

"Madrid, por fin, respira", ha proclamado este lunes el alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, desde el Palacio de Cibeles antes de desplegar los valores medio anuales de las 24 estaciones de medición que están repartidas a lo largo y ancho del municipio. Todas ellas -desde Escuelas Aguirre hasta Villaverde, El Pardo o Casa de Campo- mejoran sus guarismos sobre dióxido de nitrógeno (NO₂) respecto a 2018. Los niveles de esta sustancia nociva asociada principalmente a los vehículos de combustión han mejorado un 22,7% de media desde el último año al que alude el fallo europeo, correspondiente al final del mandato de Manuela Carmena. Incluso en Plaza Elíptica, tradicional punto negro de la contaminación que el año pasado se quedó por debajo del margen que fija Europa en 40 microgramos por metro cúbico, con 39,77 pírricos μg/m3. 

También respira aliviado el primer edil, que no podría haber empezado con mejor pie el año electoral, con los comicios municipales en tan solo cinco meses. Para él, cuatro años después del "error" de Madrid Central de su antecesora, que el mismo trató de eliminar sin éxito nada más lograr el bastón de mando en 2019, se ha conseguido la "cuadratura del círculo": mejorar la calidad del aire, sin descuidar el crecimiento económico. Esa será su tarjeta electoral el último domingo de mayo. 

A su juicio este hito medioambiental ha sido posible gracias a la "actitud de los madrileños", así como al resultado de una "estrategia global" de su equipo de Gobierno que lucha contra la contaminación desde distintos frentes, como el tráfico rodado o la emisión industrial de las calderas de carbón.

Entre otras medidas, el primer edil ha destacado que, desde el 1 de enero de 2023, Madrid es la primera gran capital europea por la que ya no transitan autobuses diésel de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). A decir verdad, la mitad de las emisiones contaminantes provienen de la circulación de vehículos, y de estas un 25% se achaca a los malos humos que expulsan los autobuses públicos. Todo ello, sumado a unas condiciones meteorológicas que el año pasado también jugaron a favor del Ejecutivo local, han permitido que no se active el protocolo por contaminación durante todo 2022. Un hecho sin precedentes desde que las medidas extraordinarias contra la polución, como reducir a 70 kilómetros por hora la velocidad  en la M-30, entraron en vigor en 2016.

Por otro lado, Madrid ha hecho los deberes por tercer año consecutivo en relación con el Valor Límite Horario (VLH) de NO₂ que dicta la directiva europea en materia de calidad del aire. Y lo ha hecho con valores horarios máximos menos elevados en conjunto respecto a cualquier otro ejercicio, incluido 2020, el año de la pandemia. Europa determina que no se puede rebasar para el VLH los 200 μg/m3 más de 18 veces al año en una misma estación. Pues este se superó en 2018 en 101 estaciones y en 2019 en 96. A partir de ahí cambio la tendencia: se rebasó 13 veces en 2020, 11 en 2021 y una sola vez en 2022.

El Pardo y Plaza Elíptica... Mejores y peores humos

El balance sobre la calidad del aire también arroja datos interesantes acerca de las estaciones con mejores y peores humos de la ciudad. E el ranking, figuran por la cola: Plaza Elíptica (Carabanchel), Escuelas Aguirre (Retiro) y Villaverde (Villaverde), que siguen siendo, como en los años anteriores, las que registran datos más nocivos para la salud respiratoria. Al otro lado de la tabla, se encaraman al podio como las más saludables El Pardo (Fuencarral- El Pardo), Casa de Campo (Moncloa-Aravaca) y Juan Carlos I (Barajas), con cerca de quince punto de ventaja respecto a los más rezagados. 

Los territorios que engloban los 24 medidores han mejorado considerablemente desde 2018. En la zona que testea el de Escuelas Aguirre, por ejemplo, el NO2 ha disminuido en cuatro años un 38,2 %; en la de Castellana, un 30,7 %; un 31,1 % en plaza del Carmen, y un 27,9 % en Ramón y Cajal. Ahora bien, en el último año, cuatro estaciones situadas en el este de Madrid han obtenido peores resultados. Hablamos de  Barajas Pueblo, Ensanche, Vallecas y Arturo Soria. Medidores, que suben entre uno y dos puntos, y que serán a buen seguro los focos a los que Medio Ambiente tendrá que prestar más atención este 2023. 

Reproches de la izquierda madrileña: "Es un cinco raspado"

Nada más conocerse los datos, las reacciones no han tardado en arreciar desde la izquierda madrileña. Desde Más Madrid, líder de la oposición en Cibeles, la edil Esther Gómez ha reprochado al alcalde que celebre haber alcanzado "por la mínima" los requisitos europeos de calidad del aire, cuando, a su juicio, la salud de la población madrileña "sigue estando en peligro por culpa de la contaminación". 

El grupo municipal que capitanea Rita Maestre ya interpuso hace menos de una semana un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), pidiendo medidas cautelares para suspender la moratoria que aprobó el Gobierno de PP y Cs, con el apoyo de Vox, para permitir el acceso a la zona de bajas emisiones de distrito Centro de vehículos industriales y de mercancías de menos de 3.500 kilos con etiqueta B durante todo 2023.

La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, ha criticado, por su parte, que Almeida sacara pecho por "un cinco raspado" en polución cuando, según ella, no toma "medidas ambiciosas".