![Sergi Schaaff en el plató de Saber y Ganar](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/files/fp/uploads/imagenes/2023/01/03/sergi-schaaff-saber-y-ganar.r_d.442-179.png)
Los titulares reducirán a Sergi Schaaff como el creador de 'Saber y Ganar'. Razón no les falta, pero esta madrugada ha fallecido mucho más. Ha muerto uno de los grandes autores de la historia de la televisión. Su pecado, tal vez, es que no vivió en Madrid y desde el centro no siempre se llega a ver toda la riqueza cultural de España.
De Cataluña para el mundo, en el archivo de TVE queda inmortal la obra de Schaaff. Desde pioneras ficciones en los comienzos de la artesanal Televisión Española donde llegó a crear novelas con la modernidad de durar sólo cinco capítulos, dirigir a Nuria Espert en Salomé con guion de Terenci Moix o crear una Festa con Rosa María Sardá con decorados virtuales cuando no sabíamos muy bien qué era eso.
Su mirada como director de ficción fue clave para su desarrollo como creador de concursos. Al igual que Chicho Ibáñez Serrador, su visión cinematográfica logró programas de entretenimiento con un arco narrativo que conseguía que pareciera sencilla la complejidad.
Si lo sé no vengo, El tiempo es oro, La Luna, Un paso por el tiempo o Saber y Ganar son algunos de esos programas que nos marcaron desde la diversión que atrapa porque se sustenta en la curiosidad de aprender. Ya fuera en un concurso de cultura general o en un espacio de entrevistas.
En el último año, me encontré dos veces con Sergi Schaaff, que nunca dejó de trabajar, inventar e inspirar con su espíritu crítico sobre la evolución de los medios de comunicación. Una en el barcelonés Liceu, otra en el propio plató de Saber y Ganar. Allí hablamos de motivos y circunstancias del longevo éxito del programa más visto de La 2. Y me dio la clave: no dejarte contaminar por tendencias efímeras para ser fiel a aquello que te convierte en único.
La llaneza de la televisión de hoy se ha llevado por delante liturgias escénicas que frenan el carácter de los espacios, ese carácter que moviliza la imaginación del espectador. Y, por eso mismo, me explicaba Schaff delante del atril de Jordi Hurtado que este concurso no necesitaba cámaras ningún ritmo con movimiento de cámaras porque su carisma se construía en el carisma del plano fijo. Ese plano fijo que no se pierde y capta de frente la sensibilidad de los concursantes.
De hecho, Schaaff fue pionero en pensar que si los concursantes podían mantenerse en juego durante semanas el concurso ganaría interés extra. Como los personajes de una serie, el espectador va creando vínculos con ellos, pues les va viendo crecer. Se convierten en uno más de la familia.
Los reconocibles participantes de Saber y Ganar luego dan el salto a otros formatos, como 'Pasapalabra'. El programa hace escuela, como todo el legado de Schaff como maestro de la narración de historias a través de la belleza de la imagen que no se pierde en modas efímeras, en ritmos mal entendidos y en ruidos que se quedan en la superficie. Puedes poner muchos movimientos de cámara, pero la emoción siempre se cuenta mejor a través de un buen primer plano.
Un buen primer plano que escucha a la vez que graba. Porque Sergi Schaaff, como creativo, no dejaba de escuchar. Aunque no hubiera palabras. Sentías que se fijaba en el detalle que no todo el mundo ve. "¿Te ha gustado lo que hay detrás del atril de Jordi Hurtado?", me bromeó mordaz en una de nuestras últimas conversaciones. Se había percatado de que había estado fisgoneando en la trastienda de la escenografía mientras yo pensaba que nadie se estaba dando cuenta. Luego añadió, "no llevas papeles, lo guardas todo en la cabeza". Así son los grandes creadores, van al detalle hasta desafiarte con el ingenio de la ironía que jamás se quedará en lo evidente. Descanse en paz.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios