Lula

Luiz Inácio Lula da Silva vuelve a presidir Brasil, el gigante sudamericano con una superficie y una población 17 veces y cinco veces mayor, respectivamente, que la de España. Pero, en cambio, a 2021, la renta per cápita española fue de 25.500 euros, mientras que la de Brasil se quedó en 6.349 euros, es decir, 4 veces inferior.

Lula vuelve a ser una esperanza para todas las personas, no solo en Brasil, que entiendan que, en la vida, que, en el mundo, hay que luchar contra la desigualdad por dignidad, que no es lo mismo que por caridad.

"Quiero sacar a 33 millones de personas del hambre", dijo el presidente Lula este domingo. Lo han leído bien: 33 millones de personas, el 80% de la población que hay en España o 3 veces la de Portugal.

Bolsonaro, Trump, Johnson, el daño que han causado es inconmensurable

“Sacaré a la gente de las colas de las carnicerías para pedir huesos para comer”. También lo han leído bien. Acabar con la desforestación extrema que ha impulsado el ultraderechista y depredador saliente Jair Messias Bolsonaro. Acabar con el odio, revocar los decretos de ampliación de acceso a armas y municiones, que “tanta inseguridad y tanto mal causaron a las familias brasileñas. Brasil no puede y no quiere las armas en manos del pueblo. Brasil necesita seguridad, libros y cultura”.

Huelga decirlo: la tarea que se ha propuesto Lula es titánica. No sé si podrá conseguirlo en un Brasil tan dividido y polarizado como el actual. No olvidemos que solo el 1,8% de votos le separó de Bolsonaro.

Bolsonaro, Trump, Johnson, el daño que han causado es inconmensurable: centenares de miles de muertes, destrucción, odio, mentiras, polarización. Y se van de rositas en vez de ser juzgados por crímenes contra la humanidad. Lo mismo pasará con otro sátrapa: Vladimir Putin, tampoco será juzgado por genocida.

Por esto, cuando ves que llega a la presidencia de un país con tantas desigualdades como Brasil un político como Lula, que lo ha sufrido todo, recuperas la esperanza.