Compartimos miradas. Los miramos y, con ello, provocamos reacciones que tienen una clara intención comunicativa. Nos miran, mucho más que nosotros a ellos, y aprenden de nosotros.
La ciencia en recientes investigaciones confirma que nuestras relaciones son complejas, de afecto, y que construimos una conversación constante en la que solo las palabras son unidireccionales.
Mirarles viéndoles nos puede ayudar a reflexionar, a comprender con profundidad y sabiduría. Son, si se lo permitimos, desencadenantes del entendimiento. Mirémosles, despojados de prejuicios, y conozcámonos mejor para vivir con su misma asertividad.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios