La explosión de un patinete eléctrico en un vagón de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) el pasado 17 de noviembre ha sido el detonante de que la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) decida que, a partir del próximo 1 de febrero, los patinetes eléctricos y otros vehículos similares de movilidad personal, como los monociclos, tengan la entrada vetada durante un periodo de seis meses (hasta el próximo 1 de agosto).
El Consejo de Administración de la ATM decidió el pasado 19 de diciembre instar a los operadores de transporte público: Metro y Autobuses de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), TRAM, Rodalies Renfe y FGC, a incluir esta prohibición temporal.
El motivo principal de esta prohibición es de seguridad de los usuarios y de prevención de incidentes como el que tuvo lugar en los Ferrocarrils. También para preservar la integridad de los trabajadores de los diferentes servicios y la seguridad de las instalaciones.
En caso de incumplir esta prohibición, el usuario se enfrentará a una sanción económica de 200 euros
Durante este medio año, los operadores intentarán dirimir bajo qué condiciones se podrá garantizar la seguridad del acceso de estos patinetes y monociclos a la red de transporte público barcelonés. En esta tarea colaborarán tanto los operadores implicados como representantes de Bomberos o de institutos de seguridad de vehículos.
En estos seis meses de veto se habilitarán plazas de aparcamiento de patinetes eléctricos tanto en las estaciones ferroviarias como en los intercambiadores de autobuses. El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) adaptará sus aparcamientos Bicibox a estos vehículos de movilidad personal. En caso de incumplir esta prohibición, el usuario se enfrentará a una sanción económica de 200 euros.
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