El IVA, el impuesto que más aumenta la desigualdad en la renta de los hogares

La reducción del IVA en productos básicos como los huevos, el aceite, la pasta o las frutas y verduras ha sido una de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para aliviar el encarecimiento de la cesta de la compra. En noviembre -último mes para el que hay datos disponibles-, el precio de los alimentos, que se ha disparado en el último año, registró una tasa de inflación del 15,3%, la segunda más alta de la serie histórica, solo por detrás del 15,4% del mes anterior. 

Pese a que la rebaja del IVA fue descartada inicialmente y a que, una vez en vigor, las organizaciones de consumidores han denunciado reticencias por parte de algunas cadenas de supermercados a la bajada de precios, esta ha sido una de las vías por las que ha apostado el Ejecutivo para aliviar la presión sobre el bolsillo de los españoles. Y es que, según los datos publicados esta semana por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en su Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles, el IVA y el Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITPAJD) son los tributos que más contribuyen a aumentar las desigualdades de renta de los hogares, corregidas, no obstante, por el efecto redistributivo del IRPF.

"El IVA y el ITPAJD se comportan de manera regresiva para el conjunto de hogares", señala el informe, que contempla datos de 2020, aunque la tendencia comportamental de cada impuesto es permanente. "Tras la aplicación de esos tributos, la desigualdad en la distribución de la renta bruta aumenta en un 2,87% en 2019 y en un 2,72% en 2020", concreta. Para llegar a esta conclusión, Fedea calcula los tipos medios efectivos del IVA y el ITPAJD sobre la renta bruta de los hogares. Al tratarse de un impuesto indirecto que grava el consumo de bienes y servicios, todos los ciudadanos pagamos el mismo tipo impositivo al comprar un mismo producto. Sin embargo, no es igual la carga que supone pagar, por ejemplo, un 21% de IVA para una persona que gana un sueldo mínimo que para alguien que cuente con más recursos.

De este modo, Fedea calcula que para los hogares de menor renta el IVA y el ITPAJD supuso en 2020 una carga fiscal un 13% sobre su renta bruta, mientras que para las familias con mayores recursos supuso una carga del 2%, ubicándose el tipo medio efectivo agregado de estos impuestos en un 5,2%. "Estos resultados muestran que la disminución de la proporción de renta de los hogares destinada a consumo tiene más impacto en el comportamiento de los tipos medios que la aplicación de tipos reducidos en el IVA", señala el informe. 

De hecho, según el análisis, a pesar de que los tipos reducidos de IVA, como los que ahora se han rebajado en determinados alimentos, tienen como objetivo reducir la carga tributaria de los consumidores de menor capacidad económica, "el consumo de productos sujetos a esos tipos reducidos no varía excesivamente a lo largo de la escala de renta". En concreto, en 2020 representaban un 48% entre los hogares con menores recursos y un 46% entre los más pudientes.

No obstante, dado su carácter indirecto, si se mide el impacto del IVA y el ITPAJD sobre el gasto total de los hogares, en lugar de sobre la renta bruta, apenas hay variaciones entre los distintos niveles de renta. De este modo, según los datos de Fedea, el tipo efectivo de estos tributos sobre el consumo se mantuvo en 2020 en torno al 11% a lo largo de toda la distribución de rentas.

El resto de impuestos indirectos se comportan de una manera similar al IVA y el ITPAJD, si bien su repercusión sobre la desigualdad de la renta bruta es menor porque tienen menos capacidad recaudatoria. Así, por ejemplo, los impuestos especiales contribuyeron en 2020 un 0,34% al aumento de estas desigualdades. El tipo medio agregado efectivo de estos tributos, que incluye los que se aplican sobre el alcohol, hidrocarburos, tabaco, electricidad y primas de riesgo, se situó en el año de la pandemia en un 1,1% sobre la renta bruta.

El IRPF corrige las diferencias

Por el contrario, según los datos de Fedea, impuestos directos como el IRPF o el de Sociedades contribuyeron a corregir esas desigualdades de rentas brutas en 2020 en un 5,20% y un 0,72% respectivamente, inclinando así la balanza final del sistema fiscal hacia la progresividad. Los impuestos directos representaron, de acuerdo al análisis, un 82,5% del total de impuestos pagados por los hogares y los indirectos el 17,5% restante.

En el caso del IRPF, su tipo medio efectivo se situó en 2020 en el 10,2%, creciendo claramente a lo largo de la distribución de renta bruta, oscilando entre un 1,2% entre los hogares de menores recursos y un 17,2% entre los más pudientes. Por su parte, el Impuesto sobre Sociedades varió entre un 0,16% y un 6,26%, con un tipo medio efectivo del 0,75%.