Madrid realzará los restos de la muralla árabe-cristiana y les dedicará un centro cultural

Solo quedan seis parcelas de los 2.200 metros de longitud que llegó a medir la fortificación. Lienzos en desuso, degradados con el paso de los años, vandalizados incluso, que yacen en las fachadas y el interior de bares, garages y viviendas del distrito Centro. La muralla que el monarca Alfonso VI mandó construir en las postrimerías del siglo XII sobre un fortaleza islámica de la época del 'Mayrit' [nombre del primer Madrid árabe] ya es historia. Pero el Ayuntamiento de Madrid, quiere devolverle la importancia que tuvo y que madrileños conozcan los secretos mejor guardados de la muralla árabe-cristiana.

Así lo ha anunciado este jueves el delegado del Área de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, en la rueda de prensa posterior a la primera Junta de Gobierno del año. El departamento que lidera el edil naranja, al alimón de la Dirección General del Patrimonio Cultural del Consistorio, han redactado un plan especial de protección y puesta en valor de la antigua muralla medieval. El proyecto pasa por comprar las parcelas que son de titularidad privada, ajardinarlas y crear un centro cultural en la calle Escalinata, junto a la Plaza de Isabel II.

Actualmente, el mosaico que fue declarado monumento histórico-artístico en 1954, figura en la Lista Roja que elabora Hispania Nostra. La asociación denuncia que los lienzos que son de propiedad municipal llevan "décadas esperando una restauración y consolidación, por lo que la muralla se está degradando de tal manera que será costoso frenar su desaparición". Especialmente preocupante son "los fragmentos situados en la calle Almendro números 15 y 17, Cava Baja número 22, plaza de Puerta Cerrada número 4 y calle de la Escalinata número 21", señalan.

La operación, que contará con 9 millones de presupuestos, busca "liberar los lienzos de las murallas embebidas en el caserío del casco antiguo y espacios libres, incorporando una normativa específica que permita su recuperación paulatina", apuntan desde el Consistorio. En concreto, las actuaciones se llevarán a cabo en las seis parcelas de las calles Escalinata, Almendro y Cava Baja, además del parque del Emir Mohamed I.  

Asimismo, los servicios municipales impulsarán "la ordenación completa y pormenorizada del ámbito", con una catalogación de los elementos protegidos y "puesta en valor de zonas verdes que servirán como puntos de contemplación de la muralla y de divulgación cultural", añaden. 

Otra de las medidas es la "segregación de la parcela ubicada en la calle Bailén", para adaptarse a la parcelación histórica y, en particular, a la traza de la muralla. Así se podrá potenciar los restos existentes para ser armonizados con el recinto del parque del Emir, así como proponen unos cerramientos que permitan ver la muralla desde la vía pública, restituyendo así la continuidad de la trama urbana del casco antiguo.

Por otro lado, la ordenación del ámbito amurallado contempla la fijación de normas específicas que permitan rehabilitar los edificios construidos sobre los vestigios de la fortificación. Hasta la fecha, estas viviendas y locales "no podían ser reformados", ha explicado el delegado de Urbanismo sobre las obras que podrán impulsarse en la "mejora de fachadas, cubiertas o instalación de ascensores".

En palabras de Mariano Fuentes, la operación es "un gran paso adelante" que pone de manifiesto "una vez más la especial sensibilidad de esta Junta de Gobierno con el patrimonio protegido de la ciudad de Madrid".