El pasado viernes por la noche, la cantante de pop Britney Spears se encontraba cenando en un restaurante de Los Ángeles junto su esposo, Sam Asghari. Sin embargo, la artista entró en cólera cuando varios fanáticos intentaron fotografiarla y a grabar imágenes de ella. 

Las fuentes del sitio web TMZ, dedicado a noticias de celebridades, afirmaron que la empresaria se volvió "maníaca" y empezó a gritar frases que nadie entendía, "en otro idioma, un habla irreconocible". 

El esposo de la cantante se molestó mucho con la actitud que había adoptado Britney y, en cuestión de segundos, se levantó y decidió abandonar el lugar. La artista se quedó sentada en la mesa y continuaba pronunciando palabras sin sentido. 

TMZ compartió unas imágenes en la que se ve a Britney taparse la cara con la carta del restaurante al darse cuenta de que estaba siendo grabada. Según cuenta el sitio web, minutos después, la empresaria se levantó y salió del restaurante con sus guardaespaldas, quienes tuvieron que volver para saldar la cuenta.

Tras este incidente, la cantante también compartió varios publicaciones en su cuenta de Instagram. La primera publicación se atribuye a la artista Melisa Illustrations y se trata de la imagen de una mujer con cabello oscuro y gafas de sol sentada en una mesa con las piernas cruzadas. El mensaje que acompaña la imagen es: "¡Me dijeron que no lo hiciera y por eso lo hice!". 

La siguiente publicación de Spears fue un vídeo en el que se muestra bailando y cantando una canción. Se muestra muy feliz y, además, con sus manos dibuja un corazón y, en otra parte del vídeo, señala a sus seguidores con el dedo medio. La artista optó por no habilitar los comentarios en la publicación y tampoco le puso un título al post. Así, muchos de sus seguidores piensan que sus opiniones no le importan demasiado.