Toda la realeza europea estuvo representada ayer en el adiós al último monarca griego. La expectación pública que suscitó en Atenas el funeral privado por Constantino de Grecia desbordó las previsiones del gobierno heleno, que nunca devolvió al rey depuesto la nacionalidad del país que reinó durante 9 años y que murió con pasaporte danés. El acto reunió de nuevo y después de tres años a toda la familia real española con la excepción de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Por ahora solo los funerales parecen justificar la coincidencia en un mismo espacio de los parientes del rey.