La Comunidad de Madrid redactará este año el proyecto de terminación de las obras de la M-203, que lleva a medio construir desde hace 18 años, para que la carretera pueda empezar a funcionar, aunque no será en 2023. Esta vía se empezó a dibujar en el corredor del Henares, entre los municipios de Mejorada del Campo y Loeches, allá por 2005. Se adjudicó por el régimen de construcción y concesión, lo que de facto la convertiría en una autopista de peaje durante al menos 30 años.
La previsión inicial apuntaba a que los vehículos empezarían a circular por ella en 2008, pero lo que sucedió es que el proyecto se abandonó sin finalizar un año antes por un auténtico embrollo en el que se vieron envueltas varias administraciones. El resumen es que las conexiones previstas en un primer momento para la MP-203, como se llamaba entonces la carretera, no iban a hacerse realidad, lo que perjudicaba la inversión de la constructora, que desistió del contrato e inició un conflicto judicial con la Administración regional que casi ha durado hasta nuestros días.
El litigio se resolvió a favor de la compañía y obligó a la Comunidad a pagar a la constructora más de 73 millones de euros por la inversión que había hecho en las obras de la autopista que nunca funcionó. Con esa indemnización, lo que había avanzado del proyecto —que es mucho porque el firme está construido a falta del asfaltado— revirtió en la Administración, que pasó a tener sobre la mesa una 'patata caliente'. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso debía decidir qué hacer con una carretera a medio hacer tras una inversión millonaria de dinero público.
En 2022, la Consejería de Transportes e Infraestructuras ya avanzó su intención de finalizar las obras. El año pasado se querían licitar los proyectos de obra, pero finalmente no se llegó a hacer. Ahora, fuentes del departamento que dirige David Pérez aseguran a 20minutos que este año sí que se lanzará esa licitación de los proyectos para terminar el trazado.
Cuando todo el desarrollo técnico esté completado, tendrán que acometerse los trabajos que permitirán, por fin, la circulación de vehículos. De acuerdo con los datos que maneja la Dirección General de Carreteras, estas labores precisarán de una inversión de unos 40 millones, que se sumarán a los 73 ya pagados de la indemnización.
La carretera M-203, que no será de peaje, contará con dos carriles por sentido y existirá la posibilidad de ampliar a un tercero. Los proyectos que se tienen que redactar incluyen todos los elementos necesarios para la puesta en servicio: enlaces, pasos superiores e inferiores, desvíos de servicios, actuaciones medioambientales, instalaciones, expropiaciones y ocupaciones temporales necesarias... Todo ello para poner en marcha los 12,2 kilómetros de la carretera fantasma que hasta ahora ha servido para que los vecinos de la zona salieran a pasear, correr o montar en bicicleta y también como localización de numerosos rodajes de series y películas.
Cuando entre en funcionamiento, la M-203 se convertirá en una nueva conexión entre la A-2 y la R-3, por lo que permitirá diversificar los tráficos de entrada a Madrid por el este y ofrecer distintas soluciones de acceso a los usuarios de la zona del corredor del Henares y a los usuarios de las carreteras autonómicas colindantes M-208, M-206, M- 300 y de las carreteras estatales R-3 y A-2.
"Se contempla un nuevo enlace con el polígono industrial de Mejorada del Campo que permitirá descargar la conexión de la R-3 con la M-208", afirman desde el departamento que dirige Pérez. Fuentes de este área precisan que este año solo se hará la redacción de los proyectos y para el desarrollo de las obras aún habrá que esperar un poco más.
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