Un termo eléctrico es un calentador de agua eléctrico que sirve para obtener agua caliente sanitaria en el hogar cuando no dispone de sistemas centralizados de calefacción y agua caliente, u otros métodos de climatización. Como detallan los especialistas en hogar de Naturgy, este electrodoméstico funciona gracias a una resistencia eléctrica interna, "responsable de calentar el agua hasta que alcanza la temperatura que aparece en el termostato".

Cuando llega a la temperatura, la resistencia se apaga y el agua caliente se acumula en el termo para que podamos utilizarla. De acuerdo con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el agua caliente sanitaria es el "segundo consumidor de energía de nuestros hogares", con un gasto que ronda el 26% del consumo energético total. 

Sin duda, el termo es uno de los aparatos más comunes en las viviendas, ya que es más económico y sencillo de instalar, no requiere tanto mantenimiento y no emite gases nocivos. Pero, ¿cómo podemos hacer que su uso sea más eficiente para ahorrar en nuestras facturas?

¿Cuándo conviene apagarlo?

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el consumo de un termo eléctrico depende de su eficiencia, "que viene medida por la clase energética". En este punto, desde el año 2017, los fabricantes de estos aparatos tienen la obligación de incluir la etiqueta energética, que se clasifica desde la A+++ (mayor eficiencia) hasta la G (menor eficiencia).

Además de fijarnos en la etiqueta energética a la hora de adquirir este tipo de electrodoméstico para un uso más eficiente, los expertos recomiendan seguir unos consejos básicos durante su funcionamiento. 

En primer lugar, conviene desconectar el aparato en aquellos periodos en los que no vayamos a utilizarlo, por ejemplo si nos vamos un fin de semana fuera o de vacaciones. "Un truco para ahorrar es encenderlos a partir de las doce de la noche y aprovechar la tarifa de horario nocturna. Por la mañana tendrás el agua caliente a punto para la ducha y durante el resto del día puedes apagarlo si no lo vas a usar porque estás fuera", indican desde Naturgy.

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Ahorrar ajustando la temperatura

Por otro lado, los especialistas aconsejan ajustar la temperatura del agua caliente entre los 30 y 35 grados. "Por defecto, los termos eléctricos suelen calentar el agua a 60 °C, pero no es necesaria tanta temperatura", indican. Reduciendo un 15% la temperatura puedes lograr un ahorro significativo en la factura.

Otra opción es utilizar un temporizador, para programar el encendido del termo eléctrico antes de utilizarlo y evitar un gasto innecesario. Asimismo, se pueden instalar aireadores, que inyectan aire en la salida del agua y reducen el consumo hasta en un 60%.

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Trucos para su mantenimiento

Desde la OCU explican que los termos eléctricos no requieren una revisión periódica obligatoria como las calderas o calentadores de gas. No obstante, sí resulta necesario mantenerlos y revisarlos cada pocos años por profesionales. Asimismo, ofrece las siguientes pautas para evitar su deterioro: