La raza felina donskoy, el gato sin pelo más desconocido, con cuatro variedades de capas
- La mutación del donskoy es dominante, provocada por una displasia ectodérmica que puede afectar a los dientes.
El donskoy, también conocido como don sphynx, (aunque no debe confundirse con la raza homónima), es una raza felina de origen ruso y relativamente moderna, lo que explica que siga siendo una gran desconocida para la mayoría.
Sus orígenes se remontan a 1987, cuando una profesora de la ciudad rusa de Rostov del Don, adoptó a una gatita callejera que, para su sorpresa, fue perdiendo el pelo al cumplir los 4 meses aproximadamente. Bautizada como Varvara, la sometieron a diferentes tratamientos contra trastornos de alopecia como la demodicosis, sin éxito.
La sorpresa fue aún mayor cuando Varvara, ya adulta, dio a luz una camada de cuatro gatos que también perdieron el pelo. Uno de estos gatitos cayó en manos de una criadora profesional de gatos, que apreció la importancia de esta mutación genética e inicio un programa de cría, raza a la que llamó don sphynx inicialmente. El problema con el nombre fue que las asociaciones felinas no lo dieron por válido, ya que daba pie a confundirlos con la raza sin pelo estadounidense y, además, posteriores estudios genéticos respaldaron que la mutación del donskoy no tiene nada que ver con la del gato esfinge. En el caso del donskoy, su mutación es dominante, al contrario que la de los sphynx, y su calvicie tiene una vía biológica muy similar a la que afecta a razas de perros como el xoloitzcuintle o perro desnudo mexicano: la displasia ectodérmica.
Esta condición también perjudica al desarrollo de los dientes y de las uñas, por lo que numerosas asociaciones felinas no reconocen aún al donskoy ante la preocupación que genera la salud genética de la raza y esperan que haya más generaciones de donskoy para valorar, mediante estudios veterinarios, los efectos a largo plazo y su esperanza de vida media.
En la actualidad, solo está admitida por la Federación Mundial de Gatos (WCF) y por La Asociación Internacional de Gatos (TICA). En su país de origen es una raza muy apreciada a pesar del alto precio que cuesta un ejemplar. Se admiten todos los colores y combinaciones que existen en el mundo felino.
Sociables, hogareños y extremadamente afectuosos
Dentro del programa de cría efectuado para desarrollar la raza, se seleccionaron algunos rasgos conductuales que han convertido a los donskoy en gatos muy amigables y dependientes de los humanos, que llevan francamente mal la soledad. Se consideran gatos de compañía nobles y dóciles, que buscan activamente el contacto físico con las personas de su núcleo familiar y muy recomendables en la convivencia con niños u otros animales de compañía. Su ausencia de pelo les hace sensibles al frío y también a los daños que puede causarles el sol directo, por lo que necesitan espacios cálidos en invierno y controlar su exposición al sol en temporadas estivales.
Otra de las particularidades del donskoy es que, por lo general, no nacen desnudos, sino que pierden gradualmente el pelo, lo que ha llevado a registrar cuatro tipos diferentes de capas:
- Los 'rubber bald', que son los donskoy que nacen sin pelo y permanecen así toda su vida.
- La capa 'flock', en la que aparentemente no hay pelo pero en realidad poseen una capa finísima y muy corta como la textura de la piel del melocotón, y que pierden en su totalidad con la primera muda.
- Los donskoy 'velour' (terciopelo, en su traducción), que también nacen y conservan temporalmente una capa muy fina e imperceptible que van perdiendo al crecer, pero no en todo el cuerpo, dejando áreas con pelo.
- La capa 'brush', en la que los donskoy presentan un pelo más largo, de textura dura, con áreas calvas en la cabeza, el cuello y la espalda. Estos gatos conservan casi todo el pelo.
Para ampliar información sobre los donskoy se puede contactar con la mencionada Federación Mundial de Gatos. Sugerimos, como cada fin de semana, que se valore la adopción responsable de gatos en búsqueda de hogar que viven en perreras, albergues o protectoras. Hoy presentamos a Copito, que se encuentra en Sevilla pero puede viajar.