La Celac avanza en su integración, pide el fin del bloqueo a Cuba y diálogo en Venezuela

Los jefes y jefas de Estado posan para la foto grupal durante la jornada inaugural de la VII Cumbre de la Celac en Buenos Aires.
Los jefes y jefas de Estado posan para la foto grupal durante la jornada inaugural de la VII Cumbre de la Celac en Buenos Aires.
EFE/Enrique García Medina
Los jefes y jefas de Estado posan para la foto grupal durante la jornada inaugural de la VII Cumbre de la Celac en Buenos Aires.

La Declaración de Buenos Aires, que cerró la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ha afirmado el compromiso de la región por avanzar en el proceso de integración en la diversidad, y ha pedido poner fin al "bloqueo" en Cuba y abrir el diálogo en Venezuela.

La Cumbre -rodeada de la polémica por la invitación a Venezuela, Cuba y Nicaragua, denunciados en diversas instancias por no democráticos y por violaciones a los derechos humanos- logró el consenso para afirmar el compromiso de los miembros para "avanzar con determinación en el proceso de integración, promoviendo la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural".

El foro concluyó en un documento de cien puntos y once declaraciones especiales que el propósito de América Latina y el Caribe tiene "plena conciencia de su proyección" y es "capaz de profundizar los consensos en temas de interés común".

La Celac reiteró el llamado a la Asamblea General de las Naciones Unidas "a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba", y el "rechazo a las listas y certificaciones unilaterales" que afectan a países de América Latina y el Caribe.

Así mismo demandó "la exclusión de Cuba de la lista unilateral sobre países que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional".

Respecto a Venezuela, la Celac saludó "los acuerdos" alcanzados el 26 de noviembre de 2022 en el marco del proceso de diálogo y negociación entre el Gobierno de Venezuela y la opositora Plataforma Unitaria de Venezuela, fomentado por los Gobiernos de México y Noruega.

En este sentido, dio la bienvenida "al apoyo de la comunidad internacional a la implementación de dichos acuerdos".

La Declaración de Buenos Aires reiteró el "más firme respaldo regional a los legítimos derechos" de Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas.

El canciller argentino, Santiago Cafiero, destacó en una rueda de prensa posterior el consenso que se alcanzó para acordar los puntos de la declaración, que también abordan asuntos sobre el compromiso con la democracia, la plena vigencia de que la región es zona de paz, la importancia de priorizar la recuperación económica sostenible.

La presencia del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y la ausencia a último momento del venezolano, Nicolás Maduro, que se sumó a la del nicaragüense, Daniel Ortega, marcaron el clima del foro entre la oposición política en Argentina y los propios líderes de la región.

En el documento, la Celac también manifestó la preocupación por el hecho de que varios países de la región "emergieron" de la pandemia de covid-19 con mayores niveles de deuda pública, al tiempo que reconoció las "fragilidades de los sistemas agroalimentarios".

Los Estados latinoamericanos y caribeños reiteraron que el tratamiento del problema mundial de las drogas requiere de cooperación internacional efectiva, con apego a las legislaciones nacionales.

Y recordaron la urgencia de que los países desarrollados cumplan su compromiso de movilizar conjuntamente los 100.000 millones de dólares por año entre 2020 y 2025 para el financiamiento climático, con la finalidad de apoyar a los países en desarrollo, al tiempo que destacaron la importancia de la cooperación regional en la gestión y reducción del riesgo de desastres. 

Fuera de la agenda formal 

La gran novedad de esta Cumbre fue la reincorporación de Brasil, que abandonó el foro en 2020, por orden del entonces presidente, Jair Bolsonaro (2019-2022), quien consideraba que la Celac "daba protagonismo a regímenes no democráticos, como los de Venezuela, Cuba o Nicaragua".

Lula, quien ya gobernó su país entre 2003 y 2010, volvió por todo lo alto. El líder brasileño fue saludado efusivamente por Fernández a su llegada al hotel donde transcurrió el cónclave, y recibió aplausos y vítores por parte de la mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno al inicio del plenario.

"Una Celac sin Brasil es una Celac mucho más vacía", enfatizó en su discurso inaugural Fernández, a quien le une estrecha relación con Lula, a quien fue a visitar a la cárcel en 2019, cuando estuvo preso 280 días por una pena por corrupción que luego fue anulada por la Corte Suprema de Brasil.

Y a pesar de que ha transcurrido más de un mes desde que la Albiceleste ganó su tercer título mundialista, las referencias a la victoria de la selección argentina de fútbol han abundado a lo largo de esta cumbre.

Desde el "ekeko" (figura del altiplano andino) que sostiene una pequeña réplica de la copa del mundo que regaló el presidente boliviano Luis Arce a su colega argentino Alberto Fernández, hasta la confesión del propio Lula, quien reconoció haber "hinchado" a favor la selección argentina.

"Messi no podía terminar su carrera sin ser campeón del mundo (...) Lo fue, se terminó. Ahora le toca a Brasil", dijo Lula con rotundidad, entre las risas de los asistentes a la conferencia de prensa que dieron el lunes Lula da Silva y Alberto Fernández.

También hizo un guiño al triunfo mundialista el presidente chileno, Gabriel Boric, quien aseguró que "esa felicidad pasó cordilleras, desiertos y selvas, extendiéndose a lo largo del continente": "Gracias a los 'muchachos' en nombre de toda América Latina", añadió apelando a la canción de La Mosca Tsé-Tsé que se hizo viral durante el Mundial.

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