‘Bye’ mascarilla. La verdad es que encontrar una mascarilla colocada en su sitio en el transporte público era una tarea dificilísima desde hace meses. En el metro y los trenes muy pocos la llevaban, en el bus algunos más por la presencia del conductor. No es una recomendación, sino una obligación, y la mayoría de la gente no se ha sentido apelada. Ahora hemos conocido que en unos días ya podremos ir sin mascarilla en el transporte público. Como siempre, legislando tarde.