Yolanda Díaz y Podemos intercambian gestos de distensión a la espera de que Sumar se una a la carrera electoral

  • La vicepresidenta coincidirá con Irene Montero este sábado en Mallorca días después de fotografiarse con ella por primera vez desde el verano.
  • En el espacio a la izquierda del PSOE se da por hecho que Díaz confirmará a no mucho tardar su candidatura.
Yolanda Díaz e Irene Montero, en el Congreso hace unos días.
Yolanda Díaz e Irene Montero, en el Congreso hace unos días.
PEDRO RUIZ
Yolanda Díaz e Irene Montero, en el Congreso hace unos días.

Las relaciones entre Podemos y la vicepresidenta segunda y líder del espacio morado en el Gobierno, Yolanda Díaz, distan mucho de ser perfectas. Pero, en las últimas semanas, se han multiplicado los gestos de acercamiento entre la formación y la que, en principio, será su candidata en las próximas elecciones generales tras meses de hostilidades y después de un otoño en el que la relación alcanzó su punto más bajo. Ese deshielo todavía es incipiente, pero tangible, y se produce cuando en el espacio a la izquierda del PSOE se da por hecho que Díaz confirmará oficialmente en las próximas semanas que se presentará a los comicios, un anuncio que será el pistoletazo de salida para empezar a dar forma a Sumar y para concretar qué papel y qué peso tendrá cada partido.

Tras unos meses muy delicados en los que la relación estuvo en serio riesgo de romperse definitivamente, en el último mes y medio los ánimos se han calmado. Y nadie quiere quebrar el precario equilibrio que se ha conseguido, por lo que las fuentes consultadas tanto de Podemos como del entorno de Díaz son poco locuaces a la hora de analizar la situación de cierta calma que se ha instalado en las filas moradas. Pero los hechos constatan que la comunicación, al menos, es más fluida, y varios dirigentes consultados admiten que hay una cierta distensión en el espacio a la izquierda del PSOE, aunque en Podemos se considera que no habrá avances reales hasta que Díaz anuncie su candidatura y se siente a negociar.

Este sábado, por ejemplo, Díaz y la número dos de Podemos y ministra de Igualdad, Irene Montero, coincidirán en un acto en Baleares en conmemoración de Aurora Picornell, líder sindicalista y feminista durante los años 30 que fue represaliada y asesinada por el franquismo en la Guerra Civil por ser dirigente del PCE. Montero y Díaz no acudirán juntas al evento, pero ambas han aceptado compartir espacio, y lo harán apenas unos días después de haberse dejado fotografiar juntas en el Congreso por primera vez en muchos meses.

Se trata de un gesto que, lejos de ser rutinario, refleja que al menos existe un esfuerzo de tender puentes, puesto que ambas dirigentes -cuya relación es notablemente mala- llevaban sin dejarse hacer una foto juntas desde el pasado junio, en la campaña de las elecciones andaluzas. Entonces la relación ya era tensa, y desde finales de verano no dejó de empeorar hasta llegar a la Universidad de Otoño de Podemos, que se celebró en noviembre y que sirvió de escenario para que el ex secretario general morado, Pablo Iglesias, fuera un paso más allá de sus habituales críticas a Díaz desde su podcast La Base y advirtiera a la vicepresidenta de que "ay de aquel o de aquella que se atreva a faltarle al respeto a la militancia de Podemos".

Más allá de esas imágenes de Díaz y Montero, la vicepresidenta también ha realizado en las últimas semanas varios gestos que buscan mejorar las relaciones con Podemos. El más evidente, a ojos de la opinión pública, tuvo lugar hace un par de semanas, cuando Díaz felicitó al partido morado por el noveno aniversario de su fundación asegurando que "Podemos y su militancia abrieron la posibilidad del cambio después de décadas de bipartidismo" y se mostró "convencida de que nos queda mucho por hacer durante la próxima década".

Pero también esta semana se ha dejado ver ese intento de no generar nuevas crisis en el espacio a la izquierda del PSOE a raíz de la decisión del presidente Pedro Sánchez de enviar blindados Leopard a Ucrania. La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, expresó su oposición al envío porque, a su juicio, "solo contribuiría a la escalada bélica", pero evitó elevar el tono como sí hiciera en marzo del pasado año, cuando calificó al PSOE como "partido de la guerra" tras la decisión de donar armas al ejército ucraniano. Y Díaz, por su parte, quiso evitar una crisis interna evitando posicionarse del lado de Sánchez en esta cuestión, aunque tampoco apoyó la postura de Belarra.

Una comunicación más fluida

Además, en las últimas semanas se han engrasado las vías de comunicación entre Díaz y Podemos, que nunca han llegado a romperse del todo pero que se vieron afectadas por el resentimiento de la relación de la líder con el principal partido de Unidas Podemos. El martes, por ejemplo, la vicepresidenta mantuvo una reunión interna con los partidos de la coalición para discutir sobre el estado actual de la negociación para la reforma de las pensiones, y varias fuentes explican que en ella se pusieron en común las diferentes opiniones sobre el envío de carros de combate a Ucrania.

Pese a este incipiente deshielo, la relación entre Díaz y Podemos dista aún mucho de estar normalizada, aunque sí ha entrado en una fase de mayor calma de cara a lo que se producirá en algún momento del futuro próximo: la negociación que determinará el papel de los partidos, y singularmente del partido morado, dentro de Sumar. Hace unos días, IU planteó abrir ya una mesa entre todos los partidos, grandes y pequeños, que apoyan a Díaz para ir avanzando, algo que Podemos no ve especialmente con buenos ojos porque supondría dar el mismo peso en la negociación a todas las formaciones, sin tener en cuenta su envergadura real.

Pero las cartas llevan meses sobre la mesa. Podemos insiste en que quiere una "coalición" con el "partido" de Díaz, lo que se traduce en que pretende seguir manteniendo su condición de fuerza preponderante a la izquierda del PSOE tanto a nivel de presencia en las listas como a la hora de marcar la línea política. Y la vicepresidenta, por su parte, aspira a una plataforma en la que estén presentes los partidos pero en la que ella, y no Podemos, ostente un liderazgo claro, aunque en las últimas semanas el entorno de la vicepresidenta ha deslizado que es consciente de la singularidad de los morados en el espacio a la izquierda del PSOE.

Daniel Ríos
Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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